Capítulo 11

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"Buenos días, H" Entra a la sala y coge la taza de té que Harry siempre le tiene preparada y se acerca a este para que pueda darle un beso en la sien.

"Hola, Lou" Le dice después del contacto mientras baja su mano desde su hombro hasta su espalda baja para guiarlos a la mesa.

Ya es septiembre y, aunque le encante el verano, agradece enormemente que pueda llevar la chaqueta del traje sin morirse de calor. Además de no tener que preocuparse por encender el aire acondicionado en casa o en el coche, lo cual supone un gasto de más que agradece dejar de pagar.

Han pasado poco menos de dos semanas desde que él y Harry iniciaron esa 'no relación' y él se siente cómo si todos los días tuviera que agradecer todo lo que tiene, sin poder evitar sonreír cada vez que habla con el ojiiverde o este se le viene a la mente.

Están mucho más unidos.

Se ven algunas veces después del trabajo y almuerzan juntos, aunque Harry diga que no le apetece y Louis tenga que insistirle para que no solo coma dos veces al día. Hablan por mensaje y van a tomar café algunas tardes cuando el turno de Louis se alarga y Harry tiene que irrumpir en su espacio para convencerle de que alguien lo denunciaría por explotación laboral si seguía ahí mucho más tiempo.

Los niños ya han comenzado sus clases y eso supone haberlos visto menos esta semana, lo que originó un berrinche por parte de Alex y una charla de quince minutos por parte de Valeria explicando por qué ver a Louis es más importante que ir al colegio.

Harry y Louis se miraban divertidos para después prometer que se podrían ver en cualquier momento qué quisiesen, si es que se comportaban bien con sus profesores y compañeros.

Solo había un problema, entre que se veían en el trabajo o con sus hijos delante, ese beso de reconciliación no se había vuelto a dar de ninguna otra forma. Es cierto que son mucho más táctiles y que a veces piensa que a Harry se le ha quedado pegada la mano en su cintura cuando se abrazan, pero nada más.

Le parece ridículo, pero no se atreve a lanzarse él. No sabe si por vergüenza o por no encontrar la manera porque sabe que por miedo al rechazo no es. Eso ya lo superaron en su momento.

"¿Lou?" Louis levanta la mirada de su, ya frío, té y mira al precioso hombre que lo llama divertido "¿Me estás escuchando?"

"Uh, sí, sí. Te escucho" Harry con una sonrisa ladeada le mira con sospecha.

"¿Entonces vienes o no?" Louis frunce el ceño y Harry niega con la cabeza con cariño y le aclara la invitación que sabía no había escuchado en primer lugar "A cenar" Le alza ambas cejas "Esta noche"

Louis intenta no ponerse nervioso ante la propuesta, pero un calor conocido va desde su cuello a sus mejillas y le dice que no lo esta logrando "¿A dónde?"

Harry sonríe sin pizca de nerviosismo y eso es otra cosa que Louis ha descubierto de él y no sabe si le gusta o le dan ganas de pegarle cada vez que lo demuestra.

Harry no es para nada tímido.

Podía notar como al principio el mayor sí que tenía más cuidado a la hora de hablarle, tocarle o hacer cualquier cosa que pudiese incomodarle o fastidiarlo todo, incluso tartamudeaba o gesticulaba demasiado. Sin embargo, saber que Louis sentía algo por él, debió activar su lado más natural y distendido, el cual en el fondo prefiere sobre cualquier cosa aunque le den mini infartos con cada insinuación.

Ahora, solo en contadas ocasiones desde hace dos semanas se ha puesto nervioso con él y tiene la sensación de que provoca situaciones solo para ver a Louis en su estado más vulnerable.

Louis está deseando llegar a ese grado de confianza con el rizado, le iba a hacer sufrir tal y como él lo estaba haciendo con él.

"A un restaurante que queda en el Sky Garden. Fenchurch se llama y tiene unas vistas increíbles" Louis jadea ante el nombre del famoso restaurante que destaca no solo por lo bonito; sino por lo caro.

Little work || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora