8.- El inicio.

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6 años después.

Un joven de cabellos negros un tanto adormilado se levantó de la cama con un propósito claro en mente: prepararse para un viaje que parecía inevitable. Mientras observaba el cuerpo desnudo de su compañero aun dormido recordó la necesidad de apresurarse para no perder su vuelo. Dentro a su baño y rápidamente lavo su cuerpo regreso a la habitación y  nuevamente miro al hombre acostado en la cama que aun no despertaba.

—Jackson, levántate. Tengo que prepararme o llegaré tarde al aeropuerto —instó Jimin con un tono urgente moviéndolo para lograr su cometido.

Sin embargo, Jackson, aún adormilado y aparentemente afectado por la noticia de la partida, no estaba listo para dejarlo ir tan fácilmente. Jalo del brazo a Jimin, tratando de retenerlo en la cama.

—¿En realidad piensas irte? —preguntó Jackson con tristeza en su voz—.

—Ya lo habíamos hablado —añadió Jimin zafándose del agarre y levantándose de la cama —. Además, mientras más rápido vaya, más rápido regresaré.

Habían pasado 6 largos años desde que Jimin se había ido de Corea, dejando atrás el profundo dolor y amargo sufrimiento de su pasado. Podría pensarse que en todo este tiempo hubiera iniciado una nueva y plena vida lejos de los tormentos que vivió, pero la venganza seguía consumiendo la mente del rubio.

En tan solo seis años, se había destacado brillantemente como uno de los cirujanos más talentosos de América, ganando fama y admiración por sus innovadoras técnicas quirúrgicas. Se había dedicado incansablemente a cultivar su mente y desarrollar sus habilidades al máximo. Sin embargo, en las sombras, esos mismos seis años los había dedicado a diseñar meticulosamente un plan para destruir a todos los que lo traicionaron y lastimaron tan cruelmente en el pasado. Jimin jamás se olvidó de su "querida familia"; noche y día los había estado observando minuciosamente como un paciente halcón acechando sigilosamente el momento perfecto para atrapar a su desprevenida presa.

Supo con lujo de detalles el día de la boda cuando Yeri y Jungkook se casaron ante cientos de invitados importantes. También estaba al tanto de cómo, Jungkook había asumido como el nuevo director de los prestigiosos hospitales Park. Para aumentar aún más su fortuna y poder, en tan solo 6 años, Jungkook había expandido agresivamente el negocio familiar triplicando la herencia de su padre y abriendo decenas de nuevos hospitales en todo el país. Junto con su esposa Yeri, ahora eran reverenciados como una de las parejas más ricas e influyentes de toda Corea.

Mientras tanto, su madre lo llamaba de vez en cuando encontrando interés en su salud y específicamente en sus recuerdos del pasado. Jimin astutamente le confirmó una y otra vez que no recordaba nada y que era probable que jamás recuperara sus recuerdos perdidos. Estas palabras eran suficientes para tranquilizarla y permitirle continuar disfrutando cómodamente de la enorme fortuna heredada de su difunto marido.

Efectivamente, todo había salido según lo planeado. Luego de que Namjoon le pidió ayuda a su gran amigo Min Yoongi para inventar un falso diagnóstico sobre Jimin y presentarlo a su familia, Jimin hizo la mejor actuación de su vida frente a su madre y hermana. Les dijo que quería irse a estudiar al extranjero, como siempre había querido su padre. Myre y Yeri vieron en este pedido una perfecta oportunidad. Con Jimin fuera del país, su malévolo plan resultaría aún más sencillo.

Sin que Jimin pareciera darse cuenta, rápidamente tramitaron en secreto los documentos de divorcio y astutamente mintieron diciéndoles que eran papeles necesarios para facilitar su traslado a Estados Unidos. Por supuesto, Jimin estaba consciente de que eran los documentos de divorcio, pero, fingiendo inocencia, los firmaron sin protestar.

Llegado el día del vuelo, Jimin les dedicó un último abrazo. Ellas parecían aliviadas de librarse por fin de él. En silencio, juró que ya no habría más lágrimas ni ingenio. A partir de ese momento, sólo quedaba espacio para la más gélida determinación.

El Diablo No NegociaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora