Jimin
Bueno, como es de esperar, estoy aquí esperando mi vuelo. Todo está planeado. En caso de que las cosas no salgan como espero, llevo algo de mi ropa y utensilios de higiene. Espero pacientemente. Mi rostro está rojo y mis ojos están hinchados. Me he aplicado algo para que parezcan rojos, aunque a estas alturas es mejor recordar todo lo que el imbécil me hizo para llorar como una magdalena. Trato de verme lo más acabado posible. Tantas novelas me han servido de algo. Ciertamente, no me gusta verme así, pero es parte del show.
"¡Pasajeros del vuelo ***** con destino a Los Ángeles, por favor acérquense para abordar."
Bien, ese es mi llamado. Me voy caminando a paso normal, tratando de que mi aura se vea lo más triste y decepcionante posible. En caso de que no llegues, también hay un plan B, pero esperemos que no debamos recurrir a eso.
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Ya casi estoy a punto de abordar... —Bueno, supongo que será el plan B. —digo y me preparo para subir, cuando a lo lejos se escucha un ruidoso grito. Miró a todos lados; Creo que lo imaginé. De repente, nuevamente lo escucho.
—¡¡¡¡JIMIN!! —Grita nuevamente, y no me volteo. Hay que darle más drama al asunto. Sigo caminando como si no escuchara nada.
Cuando de repente un brazo me jala bruscamente.
—No, mi amor, no te vayas. —Dice Jungkook con los ojos llenos de lágrimas. No emito palabras, solo lo observo. ¿Cómo puede actuar tan bien, me pregunto? Al ver que no digo nada, desesperado se arrodilla frente a mí, y me quedo perplejo.
El gran Jeon Jungkook arrodillado en medio de la sala de abordaje con todos mirándonos se estaba poniendo en ridículo, pero parecía que le importaba muy poco o nada cuando agarra mis piernas y mientras llora.
—Amor, déjame explicarte, no me dejes. —Lloraba y suplicaba. Un dolor se instaló en mi pecho al verlo así.
Me recompuse de inmediato antes de que me dominen mis sentimientos.
—Déjame, Jungkook —dije, zafándome, tratando de llenar mis ojos de lágrimas, lo cual resultó demasiado fácil; la situación era deprimente.
Se levantó y me miró. —Amor, no me dejes, por favor. —dijo en una súplica.
—Jungkook, déjame. Sé feliz con mi hermana... Comprendo que fui un juego. —Lo miré fijamente y me permití llorar, tal vez por todo lo que tenía guardado en mi interior.
—No digas eso, amor. —Se me acercó e intentó abrazarme. —Basta. —dije.
—Ahora entiendo por qué no te divorciabas, querías jugar conmigo. —Solo querías utilizarme.—No, mi amor, no pienses eso. -Por favor. —y agarró mi maleta. —No permitiré que te vayas. —dijo con voz más firme.
—¿Qué es lo que quieres? —dije en tono firme. — ¿Quieres tenerme aquí, que sea tu amante? Eso quieres... no, Jungkook, jamás me esconderé, no será un secreto. Merezco más, y tú no vas a dármelo así que déjame ir. —grité.
-No amor. —dijo, tomando mis manos desesperado. —No quiero que sea un secreto. Al igual que tú, quiero agarrarte de la mano y que todos vean cuánto te amo, mi amor. Te juro que estuve pensando en la forma de divorciarme.
—Pero todo se complicó...
Lo miré incrédulo.
—Por favor, escucha lo que tengo que decirte y mostrarte, y luego puedes tomar una decisión. —dijo, abrazándome.
No pude decir nada.
—Por favor. —dijo en un susurro mientras hundía su rostro en mi cuello, y pude sentir las lágrimas que brotaban nuevamente en él.
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El Diablo No Negocia
Short StoryDonde Jimin se enamora a primera vista de Jungkook pero este se acerca solo por su hermana. -¿Por qué ya no vas a casa con Jimin? -preguntó Yeri. -Por qué la persona que me interesaba consiguió novio-dijo tomando su mano y dando un beso en ella. -No...