4._ Un pacto con el diablo

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Pasaron dos semanas en las cuales Jimin alegremente iba de un lado a otro comprando flores, adornos, verificando pasteles y demás para su boda. Mientras tanto, en otro lado de la ciudad,  Jungkook preocupado abrazaba el cuerpo desnudo de Yeri, aún pensando en esa noche después de la propuesta de matrimonio. Le resultaba difícil dejar de pensar en Jimin, en sus besos y su piel tersa. Al instante, detuvo sus pensamientos y besó la espalda desnuda de su compañera.

—Has estado distraído estos días,  —hablo Yeri mirando fijamente al hombre al lado suyo.

—Sí, todo el asunto de la boda me tiene agotado. Jimin no hace más que escribirme durante todo el día, preguntándome si me gusta esto o aquello. Sinceramente, estoy harto de escuchar esa voz chillona constantemente, —dijo Jungkook sonando particularmente extraño.

Yeri se volteó para abrazarlo ,mientras tocaba sus brazos trató de consolarlo.

—Tranquilo, amor. Pronto todo terminará, y estaremos juntos. Serás un hombre rico y, si quieres, podriamos casarnos.

Jungkook le regaló una sonrisa y la abrazó con fuerza. Mientras la abrazaba, su mente divago nuevamente  en los recuerdos de los momentos especiales que compartió con Jimin. Recordó la dulzura de sus besos y la suavidad de su piel.Nuevamente se dio cuenta que sus pensamientos se dirigían hacia el y los alejo.

—Nada me haría más feliz, mi amor —la besó nuevamente—. Es solo que Jimin me tiene asfixiado.Necesitaba justificarse y de paso creérselo el mismo.

Yeri se levantó de la cama con intención de ir al baño pero en medio camino  volteo observando fijamente a Jungkook suspiro con duda y pregunto.

— ¿Te has acostado con Jimin? —inquirió Yeri. El pelinegro respondió inmediatamente negando con la cabeza, visiblemente asustado, más de lo que debería estarlo.

—No, cariño, claro que no. No soy gay, además, no podría tocarlo cuando la única en mi mente y en mi corazón eres tú. —Su voz sonaba  extraña. —No te mentiré, lo he besado porque se pone insistente, pero nada más que eso —dijo, más nervioso de lo que Yeri quería aceptar.

—Está bien, amor, te creo... es mejor así. Además, siempre puedes mentirle, él te cree todo. Tenía mi preocupación porque, ya sabes, él es un doncel.

Jungkook casi dejó que sus ojos se salieran de las órbitas mientras miraba sorprendido a Yeri.

—No sabía eso —dijo, fingiendo indiferencia, pero en su interior, su corazón latía con fuerza.

Ahora entendía por qué se sentía atraído hacia Jimin. Siempre había tenido esa pequeña debilidad por los donceles; Eran hombres hermosos, con cuerpos delicados y bien formados, con rostro de ángel. El hombre casado con un doncel ciertamente era uno de los más envidiados por todos.

Saliendo de su trance, se dio cuenta de la mirada preocupada de Yeri y el atrajo para abrazarla.

—Tranquila, amor —le dijo—. Jamás me fijaría en él. Tú eres todo para mí, y haría cualquier cosa por ti.

 Tú eres todo para mí, y haría cualquier cosa por ti

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El Diablo No NegociaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora