Capítulo 4: Herramientras y armas

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Al momento de salir de la aldea, un sujeto estaba parado apoyándose de espaldas sobre un árbol el cual al verlo se paró recto.

—Hola, amigo—lo saluda amistosamente mientras se acerca a él

—Hola—Billy se detiene

—Es una pena lo que esta aldea sufrió, ¿No crees?

—Totalmente

—Bueno, iré al grano contigo; observé tu desempeño cuando estabas en plena lucha con los Brackteils y creo que yo tengo algunas cosas que te gustarían; conozco tu espada y el escudo, su propósito y el porqué de su existencia, eres del linaje de la grandeza, ¿No?

—Exacto

—Fantástico, definitivamente es tu día de suerte, sígueme—dijo el sujeto caminando hacia pleno bosque

—¿A dónde?, no sé ni siquiera quién diablos eres

—No es necesario; créeme, lo que te daré te ayudará a superar pruebas que esa espada no podría

—Muy bien, espero que no me hagas perder el tiempo

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Billy siguió al extraño sujeto a través del bosque fuera del camino que debía de tomar; esto lo dejaba con preguntas y un poco de miedo ya que no sabía las intenciones del sujeto más que saber que le iba a dar algo, pero posiblemente eso solo era una excusa.

—¿Crees que tiene malas intenciones contigo?—preguntó Daslin saliendo de su botella parcialmente

—No creo, si quisiera hacerme algo ya lo hubiera hecho, ya estamos muy adentro del bosque, ¿Para que quisiera ir más dentro?

—Bueno, al menos tienes la espada

—¿Tú no tienes alguna arma dentro de tu botella?

—No, recuerda que no puedo meter nada además de mi cuerpo

—Diablos, es cierto...

—Pero apoyo moral no te faltará de mi

—Eso es bueno

El sujeto y Billy llegaron a una piedra gigantesca la cual aplastaba un árbol.

—Una piedra, ¿Eso es todo?—preguntó Billy un poco molesto

—¿Qué?, claro que no, estas viendo la entrada a mi morada

—¿Vives debajo de una piedra?

—Eres muy gracioso—lo voltea a ver—solo observa

Acto seguido juntó ambas palmas de las manos y lentamente las empezó a separar una de la otra; mientras hacía eso un bastón se materializaba. Rapidamente lo agarra y se acerca a la piedra.

A continuación simplemente con la punta del bastón dibuja un círculo en plena superficie porosa la cual deja un rastro verde brilloso. El circulo era amplio y suficientemente grande para que cupiese una persona.

Da un paso hacia atrás y la zona que encerraba el circulo empezó a transformarse en pequeñas hojas verdes las cuales empezaron a caer al suelo dejando ver una entrada a una cueva haciendo una extraña ilusión de escala ya que la piedra no se miraba la suficientemente ancha y larga para que una cueva cupiese.

—Eso..., fue asombroso—dijo Billy

—La paciencia trae frutos, ¿No?, sígueme

Al entrar, Billy empezó a oler a pasto y una humedad agradable se sentía en el ambiente. Todo el lugar estaba hecho de una combinación de madera y piedra.

El viaje de la grandezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora