El viaje de la grandeza

Capítulo 6: Recuerdos del pasado

Billy había caminado hacia la frontera con el Desierto Lin sin descanso, la noche le había alcanzado; así que decidieron descansar y acampar bajo una roca inmensa en forma de ola de mar, sería una buena protección contra el viento y frio.

—Bien, nos iremos a más tardar, a las 8 de la mañana, ahora debemos descansar las pocas fuerzas que nos quedan, bueno... mis fuerzas, ya que tú no caminas

—Algún día te lo devolveré

—Bien, Daslin... ya que estamos tan relajados, ¿Cómo llegaste a ese estado de fantasma encerrada?, ¿Te gustaría contármela?

—Claro, ¿Por qué, no?

—Adelante—dijo Billy recostándose sobre la roca

—Soy originaria de un pueblo llamado Fosto ubicado en Las Montañas Protanos, es un hermoso pueblo lleno de vida y gente buena, lamentablemente tuvimos muy mala suerte con respecto a Morday, su castillo está muy cerca de nosotros, somos el pueblo más cercano a él. Cuando él regresó luego de más 500 años, la calamidad nos acechó primeramente mientras él intentaba resurgir con la ambición de destruir todo y someter a todos..., nosotros fuimos los primeros en sufrir...—dijo Daslin mirándose los brazos—yo sufrí...

Billy se reacomoda para prestarle mucho más atención de la que ya tenía sobre ella con respecto a su historia.

—Varios Brackteils atacaron el pueblo junto con algunos Elemonts; logramos contenerlos como pudimos pero todo acabó cuando él en persona llegó al pueblo, montando un caballo negro con ojos de fuego. Logró barrer el piso con nosotros, no logramos ni detenerlo un segundo. Yo logré sobrevivir hasta el final cuando ya se había cansado de nosotros y se retiraba mientras más Brackteils aparecían. Lo confronté de cara alegando su naturaleza maldita, su maldad intrínseca y su insultiva presencia; intenté atacarlo con una simple espada impulsada por la ira que tenía en ese momento y un valor que no sabía que tenía. Logró vencerme sin inmutarse y cuando ya se retiraba, simplemente por maldad pura y endemoniada, me maldijo con sellarme en esta botella permaneciendo como estoy ahora mismo...; podía escuchar su estúpida risa mientras me retorcía de dolor cuando mi cuerpo se transformaba en esto—se mira el cuerpo—deseaba verlo por última vez a los ojos y decirle con mi mirada que todos sus pecados algún día lo aplastarían...

—¿Qué sucedió luego?

—No recuerdo..., deambule por muchos lugares pasando de persona a persona. La gente simplemente me levantaba y me transportaba a sus casas, comercios, cofres, almacenes, etc.

—¿Alguna vez te les apareciste como hiciste conmigo?

—No, yo puedo manipular el tapón de la botella para que nunca se abra. Ellos al ver la botella solo miraban el torbellino que tu observaste y trataban de abrirla, no lo lograban pero eso no les impedía llevarme con ellos

—¿Cómo es adentro de la botella?—preguntó Billy

—Solitaria y triste, lo puedo describir como una sala, con las paredes trasparente; no hay nada más que soledad; no hay luz propia, la única luz es la del exterior, no tengo nadie con quien hablar por las noches; lo único bueno es el cambio de gravedad y las piruetas que puedo hacer. Mi historia es triste pero trato de tomarla de la mejor manera—observa a Billy—siempre que te topes con problemas o males, confróntalos, véncelos y domínalos, siguiendo ese orden serás indomable, es una lucha constante la cual no me vencerá...

—Bien dicho, Daslin

—¿Qué hay contigo?, ¿Cuál es tú historia del pasado?—preguntó Daslin

—Bueno..., tengo muy pocos recuerdos de mi madre, ella falleció cuando yo apenas tenía 3 años, una enfermedad fue la causante, se llamaba Elisia. Mi padre siempre lo recuerdo desde la ventana de mi habitación observándolo como practicaba con su espada..., mucho de sus movimientos yo los adopté...; recuerdo que él se iba por varios días mientras yo me quedaba con mi tío o a veces con amigos de él, con sus familias

Daslin lo observa con mucho interés en su historia, ella quería saber más de él.

—Perdí a mi padre a la edad de 7 años, yo estaba muy pequeño para entender en realidad lo que había sucedido, solamente estaba tiste porque lo quería volver a ver, no entendía por qué ya no era posible. Al final mi tío fue el que me cuidó hasta que falleció igualmente, solamente que ya para ese momento yo ya estaba con la maduración adecuada. En los años posteriores a la muerte de mi padre, fueron feos..., estaba solo y triste, casi abandonado; mi tío casi nunca estaba en casa y cuando lo estaba apenas era capaz de verme con buenos ojos, el hombre era de pocas palabras al punto que cuando estaba muy pequeño pensaba que era mudo...—se ríe—lo único que me alegraba un poco y me mantenía despierto era salir al patio de mi casa y replicar los movimientos de mi padre con una rama o palo de madera; recibí la espada y el escudo de mi padre pero ya que eran muy pesadas para mí, empecé con algo que podía controlar...; en los años posteriores los cuales seguí y seguí practicando y entrenando, logré controlarlos y entrenar con ellos...; al final como me dijo un amigo, era mi mismo poder interno, mis genes, los cuales hicieron que entrenara dia y noche desde muy pequeño, estaba empezando a despertar lo que tenía dentro de mi..., ahora solamente debo dominarlo; yo lo disfrutaba, me guastaba, creo que además de despertar mi potencial, era una forma de confrontar mi soledad y tristeza

—¿Cómo se llamaba tu padre?

—Arley

—Ambos hemos perdimos algo, sufrido tristeza y soledad..., creo que no somos de mundos tan diferentes—dijo Daslin

—Gracias por acompañarme Daslin, buenas noches

—Buenas noches, Billy

Daslincierra los ojos y abraza a Billy.      

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El amanecer llegó y Billy se despertó, Daslin no estaba en su botella, se levantó y una piedra cayó en su pie, miró hacia la dirección en la cual vino y observó a una ardilla.

—¿Daslin?

—Buenos días, Billy—contestó

—¿Hace cuánto llevas en ese cuerpo?

—Como una hora, me desperté cuando todavía no había salido el sol, te observé como dormías por unos 5 minutos, y jugué con tu rostro, te veías tan gracioso; luego estaba aburrida así que encontré una ardilla y heme aquí

—Interesante—dijo Billy

—Creo que tengo que regresar a la botella, esta ardilla está enferma del estomago

—Adelante

Daslin se acercó a la botella y en un segundo, ya había dejado el cuerpo de la ardilla la cual corrió despavorida hacia el bosque.

Billy seguía el camino hacia la siguiente tierra, llegaron a una colina pequeña, desde lo alto se podía observar la frontera con el desierto, sobresalía en el horizonte como haciéndose presente; a Billy le faltaba recorrer un kilómetro y medio.

—Bien, ya puedo ver la arena desde aquí...—dijo Billy

—Adelante