Capítulo 34: Mi pueblo

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El enfrentamiento contra Krein había sido una ayuda y un impedimento. Impedimento ya que perdieron un día completo y ayuda por el hecho de que habían recorrido la mayoría del recorrido en la batalla, ahora Billy estaba mucho más cerca que antes.

Luego de caminar por varias horas desde la salida del sol, llegaron a un camino de tierra el cual era recto, al fondo se observaba el castillo de Morday con las nubes sobre él. Mientras Billy caminaba, Daslin se miraba ansiosa, pero de una manera negativa.

—¿Qué pasa, Daslin?

—Nada, nada, continua

—¿Está bien?, te ves ansiosa y te frotas las manos muy rápido...

—No tengo nada, Billy; continua, debemos llegar al castillo

—Está bien...

Llegó a una bifurcación, el camino derecho se miraba muy descuidado y repleto de vegetación y árboles caídos, pero se miraba el castillo al fondo. El otro era más amplio y limpio.

—Bueno, se ve feo ese camino pero debemos ir por ahí—dijo Billy

—Mejor tomemos el otro

—¿El otro?, ¿Por qué?, el castillo se puede ver perfectamente desde aquí, y está en esa dirección—apunta al camino de la derecha

—Si pero es más largo, se ve cerca pero en realidad tienes que rodear una pequeña laguna; créeme..., yo viví por esta región; además ese camino se ve feo y no sabemos si hay Brackteils

—Pero el otro camino no se ve que vaya al castillo, ni un poco...

Voltea hacia el camino de la izquierda y observa que luego de unos cuantos metros, se encontraba una bajada terminando en una curva hacia la izquierda, alejándose del castillo. Además de ese detalle, se da cuenta que el camino es muy nuevo, parecía como si unos cuantos días anteriores lo habían creado. La duda lo llenó, aunque el otro camino se miraba nada amigable y según Daslin era más largo, al final se llegaría al castillo; el otro apuntaba a que se alejaba del lugar, no se acercaba; lucía como si a propósito lo habían creado. Ya que en algunos pinos cercanos los cuales al parecer Daslin no se había fijado, se observaban flechas apuntado que siguieran el camino izquierdo; dichas fechas tenían símbolos y nombres de pueblos. El castillo de Morday era un lugar indeseable, por eso no se tomaron el trabajo de cuidar el camino que daba a él, así que el derecho era el indicado.

—Tomaré el derecho, Daslin—dijo Billy

—Es más largo, créeme, perderemos tiempo

—Ese camino no luce como si quisiera guiar a las personas al castillo—apunta al camino izquierdo—pero este—apunta al otro—si lo hace, además de ya presentarse ante nosotros el lugar

—No seas necio, perderemos tiempo—dijo Daslin en un tono molesto

—¿Por qué me hablas con ese tono?—dijo Billy seriamente—iremos por el camino de la derecha, ¿Entendido?, si veo que esa laguna que dices es muy grande, ya veré una manera de cruzarla sin perder tiempo, ¿Ok?

—Entendido...

El camino era en verdad muy feo, lleno de árboles caídos, lodo, ramas, rocas y hasta animales muertos como caballos.

—Diablos..., ¿Qué clase de infernal camino es este?

Al cruzar el mayor sector del camino que estaba horrible, llegaron a otra parte más tranquila aunque seguían observando árboles y rocas por todos lados.

Llegaron a una pequeña ladera donde a la izquierda, entre los árboles y arbustos, se observaba edificaciones como casas y tiendas de comercio, al igual que algunas torres. Billy se detuvo.

El viaje de la grandezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora