Capítulo 15: La ciudadela

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Ya caída la noche, la carreta llegó a Esperantia, la ciudadela de las Praderas Esperancia y foco de todo comercio, tecnología y avance en todos los ámbitos de la ciencia. Al llegar, se toparon con la gigantesca entrada de 15 metros. La ciudadela estaba rodeada por un muro de 25 metros de altura y 5 de anchura la cual le daba una forma circular.

La ciudadela poseía 4 entradas la cuales poseían 2 torres una a cada lado para vigilancia y protección.

Al entrar Billy empezó a observar todo a su alrededor, jamás había estado en Esperancia, solamente en Mokapella en una ocasión. Observar una ciudadela en la noche era algo igualmente nuevo. Se fascinó con lo que Esperancia, bajo la noche, podía ofrecer. Calles de piedra en forma de cuadrados, casas de madera y piedra mostrando un diseño bonito y lujoso, ventanas decoradas con flores y con cortinas de varios colores, carruajes de madera con decoraciones rimbombantes, caballos fuertes y poderosos, etc. La carreta se detuvo.

—Billy—dijo el señor—supongo que desde aquí ya puedes ir solo

—Totalmente—dijo Billy bajándose de la carreta y posicionándose a la par de ella—muchas gracias por el viaje

—A ti por brindarnos de tu protección

—Te lo agradecemos—dijo la señora

—Un placer conocerlos...—se detiene a pensar un segundo...—me acabo de dar cuenta que jamás les pregunte sus nombre..., diablos...

—Anroy

—Soria

—Muy bien, ahora ya todos nos conocemos bien

—¿Es tu primera vez en Esperancia?—preguntó Soria

—Si

—Nos gustaría invitarte a nuestra casa para que pases la noche pero lamentablemente estamos en proceso de remodelación y no hay mucho espacio..., además de que todo está desordenado

—Ten—Anroy le lanza una bolsa de Asielos de color azul

—¿Y esto?, esperen..., no quiero que me paguen por lo que hice hoy, yo no trabajo así...

—Es para que consigas un caballo y un hospedaje para esta noche, con eso te alcanza para 3 hospedajes...

—¿Enserio me darán esto?, siento que no debo de aceptarlo...

—Tómalo con tranquilidad, Billy—dijo Soria—no hay ningún problema, de verdad

—Muchas gracias

—¿Cuánto tiempo te quedarás aquí?—preguntó el señor

—Solo esta noche, debo de seguir mi viaje

—¿De qué se trata?

—Detener el surgimiento de Morday..., está vez si será eliminado como se debe

—¿Morday regresó?

—Por el momento no creo que está en forma física, pero lo estará en breve; debo de llegar a las Montañas Protanos y detenerlo

—Si esa es tu misión, no te tomaremos más tiempo—dijo Soria—cuídate

—Igualmente

Ambos ancianos se retiran y dejan a Billy solo. Camina un poco por el lugar y justo cerca de un redondel con un árbol de manzanas en medio, observó una banca y se sentó. Daslin sale de la botella.

—Yo una vez estuve aquí, pero estaba muy pequeña...

—¿Enserio?

—Si, mis padres les gustaba viajar mucho y bueno..., en uno de sus viajes pasamos por aquí

El viaje de la grandezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora