El viaje de la grandeza

Capítulo 30: Un pueblo en llamas

Billy había viajado por un largo rato, había llegado a las Montañas Protanos ya hace un día, descansó en el bosque debajo de unos troncos los cuales formaban un techo, simplemente tuvo que hacerse una cama de hojas y ramas. Daslin no había poseído al caballo ya que era macho.

El hecho de poseer un caballo le fue de maravilla ya que el terreno del bosque era mucho más escabroso, los senderos eran de una tierra muy húmeda y llena de piedras; viajaba debajo de una ligera lluvia la cual no ayudaba sumando una pesada neblina. Aun con ese cambio y ambiente, se sentía como en casa, toda la vegetación, la humedad, los animales, todo esos factores al juntarlos, lo hacía sentir como si estuviera en su bosque.

Llegó a un acantilado, se podían ver todas las montañas cubiertas por los cientos de pinos, era el observatorio predilecto para apreciar el paisaje. La vista era impresionante, el sol se posicionaba muy alto en el cielo, pero era opacado por un manto de nubes grises; se podía ver el cielo celeste en los agujeros que dejaban las nubes, el sol hacia un esfuerzo para que su luz traspasase las nubes pero era vencido por la densidad de las mismas. Había un fuerte viento el cual alborotaba el pelo de Billy.

—Primera vez que estoy aquí...

—¿Enserio?—preguntó Daslin

—Si; se siente como el Bosque Moka, pero con montañas

—Lástima que está lloviendo y hay nubes, las vistas son mejores cuando el cielo esta celeste

—Tu conoces estos parajes, ¿Cierto?, eres de aquí

—Si, conozco el terreno, así que no te preocupes

Desde donde estaban, se podía observar a la distancia, una concentración de nubes las cuales giraban formando casi un torbellino; era un punto de mucha concentración.

—¡Ahí debe de estar castillo de Morday!—dijo Billy

—Así parece, esperemos que todavía no haya reconstruido el castillo

—¿Sabes el camino para llegar, no?

—Si

—Excelente, debemos ir ya mismo

—Cuando Morday atacó mi pueblo y me maldijo, recuerdo ver esas mismas nubes, definitivamente es el castillo de ese infeliz—dijo Daslin seriamente

El clima mejoró, ya no llovía pero seguía muy nublado; era observable que así iba a estar el cielo, nublado pero no lloviendo.

Mientras estaba tranquilamente cabalgando sobre un sendero en medio del denso bosque, una explosión se escuchó en el lugar; en la distancia se observó humo, fuego y un fuerte color rojo entre los árboles.

—Diablos, ¿Qué sucede allá?

—Esperemos que no sean las tropas de Morday..., ¡ve!—exclama Daslin

Inmediatamente cabalga lo más rápido posible adentrándose al bosque para llegar más rápido. Mientras más se acercaba, más notaba que se trataba de un pueblo el cual estaba siendo atacado violentamente, ya que el fuego era intenso y se podía percibir la destrucción. Era tanta que el fuego se extendía al bosque, lucía como si hubieran sido quemados mucho antes de que el mismísimo pueblo.

El caballo empezó a descontrolarse, se mostraba muy alterado y empezó a intentar alejarse. Billy intentaba controlarlo pero era muy difícil, al final luego de tanto luchar, ambos cayeron por una pequeña loma. El caballo se levantó inmediatamente alejándose de ahí. Billy se levantó y se limpió la cara del lodo. Justo al momento que hacía eso, se escuchó un rugido fuertemente, él giró su cabeza hacia arriba y notó la sombra de algo sobrevolándolo el cual no pudo identificarlo por la densidad del humo y los pinos.