Capítulo 7: Custodia

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Después de desayunar solamente con mi papá, Brayan, Sophia y Damien, Damien y yo fuimos al patio trasero a charlar un poco a solas.

Mi madre no estaba en casa, y ninguno de mis primos, tíos, nadie de fuera estaba acá tampoco, algo de paz por el momento.

Estábamos sentados en las raíces del árbol de manzana. Milagrosamente no nos había caído una en toda la cabeza.

—¿Que genero te gusta leer? —pregunta después de un rato—

—Leo de todo. ¿Porque?, ¿piensas regalarme algún ramo de libros? —pregunto entrecerrando mis ojos hacia el—

—Tal vez. —dice encogiéndose de hombros— ¿No tienes ninguna preferencia?

—Me gusta mucho el romance y el cliché de enemys to lovers, y strange to lovers, y también el genero de fantasía.

No dice nada solo mira mas flores que tenemos delante. Mi madre es fanática de las flores a nivel Dios.

Estaba con Damien aún sentada en el pasto de la parte de atrás de la casa de mis padres cuando escucho unos sollozos y volteo rápidamente y veo a mi hermanita correr hacia mi, me levanto rápidamente y camino rápido hacia ella.

—Isa...¿que pasó? —digo agarrándole sus mejillas todas mojadas por las lagrimas— ¿Que te hicieron?, ¿que pasa...?

—No me dejes otra vez. Yo me quiero ir contigo, por favor llévame contigo... —Solloza más fuerte— yo no me quiero quedar aquí... —solloza aún más—

—¿Porque no te quieres quedar aquí? —preguntó abrazándola—

—No tengo amigos. Mamá y papá solo pelean, y Santiago no vive acá, casi nunca esta, y tú...tú no vives acá, tú te fuiste lejos y yo quiero estar contigo. Me siento sola, tú eres la única que me quiere, tú y Santiago, pero Santiago solo viene los fines de semana, y después se va y me deja sola. —Solloza— Yo te quiero mucho Dakota, por favor no me dejes y llévame contigo...

—No puedo hacer eso Isabella...no te puedo llevar sin el permiso de ellos, además vivo en una residencia de la universidad, no puedo tenerte.

—Múdate con Damien. —dice mirando a Damien—

Abro los ojos como platos y volteo a ver a Damien.

—No, no isa... no puedo. —aprieto los labios en una dura línea sin saber que hacer—

—Por mi está bien. —dice Damien acercándose— si quieres encárgate de todo lo de Isabella, de lo demás yo me encargo.

Me levanto y me volteo hacia Damien.

—¿Que haces? —le susurro—

—Nada. Ella no quiero estar aquí, y mi hermano tampoco quiere estar solo en casa, nunca estoy en casa por los partidos, si quieres haz lo que dice Isabella, vente a vivir conmigo.

—¿Estás loco?

—Un poco si pero esta vez estoy consiente de lo que te digo. —agarra mi cara— mira, tú encárgate de que te den a Isabella, y ambas al llegar a Orlando se quedan conmigo, no les faltará nada.

—¿Y su educación?, no puedo sacarla de la escuela y dejarla allá sin estudiar.

—Puedo ponerla donde estudia Mateo. Es el colegio del papá de Aaron, no tendría problema en apuntarla. —Toma mis manos ahora— Si ella no quiere estar aquí, llévatela.

Suspiro —Pero... mis papás...

—Si Isabella no se siente cómoda acá, ¿te importa lo que digan tus papás?, este caso tú mamá.

Besos con sabor a chocolate [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora