La cabeza me daba vueltas, no podia respirar bien. Me sentia muy mal, tenia dolores estomacales y seguramente tenia fiebre. No se que allá comido o hecho para sentirme así, pero me sentia fatal.
Me hundia en el asiento con ojos cerrados fuertemente. No podia nisiquiera abrir los ojos sin que el dolor de cabeza de intensifique. Escuchaba las voces de mis compañeros de clase y de la profesora al fondo, pero se escuchaban como si estuvieran a dies metros, cuando realmente estaban a menos de un metro. La sensacion de agobio era horrible.
Queria desaparecer cuando escuche como las sillas eran arrastradas, las mochilas eran tomadad y golpeaban cosas, la puerta siendo chocada contra la pared dandome a entender que la clase habia finalizado. Abri los ojos y los entrecerre para poder levantarme y tomar la mochila, me escondi en la capucha de mi sudadera con las manos en los bolsillos mientras caminaba con la cabeza cabizbaja por los pasillos, chocaba con algunos estudiantes los cuales se quejaban, pero los escuchaba demasiado lejos como para prestarle atención.
Choque con un pecho haciendome detenerme, escuche como me llamaba, levante la mirada y me encontre con unos ojos celestes que me envolvian cada vez que los miraba.
—¿Princesa? —escuche como me llamaba. Escuchaba preocupación en sus voz, pero lo escuchaba lejos. Senti como las piernas me fallaban, mi cabeza daba vueltas, caí en sus brazos y sentí como me rodeaban protectoramente. —Mi amor...
—Llevame a casa. —me escuche decir en un hilo de voz.
—¿A casa?, no. Te llevaré al hospital—senti como apoyo su cuerpo en el mio y me arrastraba hacia afuera de la univeridad. Mi cuerpo poco después callo en el asiento, al caer sentada en el mis ojos se cerraron de golpe.
Y todo se volvio negro.
DAMIEN
Maldita sea. Al llegar al hospital tome en mis brazos el cuerpo inconsiente y blando de Dakota, apenas la habia llevado al auto se habia desmayado y carajo, mi corazón nunca habia sentido tanta preocupación. Mis dedos sobre su fragil cuerpo temblaban mientras la sujetaba, una enfermera se acerco y me indico donde dejarla. La deje sobre una camilla, las preguntas que me hacia la enfermera las respondia como si estuviera en automatico, no podia pensar en nada que no sea mi novia, Dakota.
Mierda, era un estúpido. Me sentia inútil, estar aqui sin hacer nada, mientras ella sufre me pone rabioso, me pone mal.
Llevamos al menos 3 horas aqui, ya eran las 6 de la tarde, la Doctora dijo que se habia intoxicado con alguna comida que comio durante la semana, y que el estrés que ha pasado tampoco la ha ayudado mucho. Dakota se encontraba en un profundo sueño, aún no despertaba, y era lo que mas anhelaba en estos momentos, que abriera los ojos, que me dejara ver ese brillo caracteristico en sus ojos celestes, que cada vez que lo miraba mucho parecieran blancos. Su piel bronceada estaba blanca, palida, y sus pecas hermosas ahora parecian marcadas por sharpie en un papel blanco.
Mi corazón se estrujo dolorosamente al verla en ese estado. Queria que despertara, que me dijera que me amaba y que se encontraba bien. Dios, la amaba demasiado, no podia dejar de pensar en que algo saliera mal y núnca mas despertara.
Relajate, es solo una intoxicación.
¿Y no hay personas que han muerto por elló?
Mi teléfono vibro en mi bolsillo y lo tome como mismo estaba funcionando; en automatico. Sin percatarme quien llaamba.
—¿Aló? —me escuche decir.
—¡Cariño! —escuche la voz alegre de mi madre—No sabes lo que me acaba de pasar.
—Mamá... —hablé mirando la camilla en la que se encontraba Dakota, mirando como tenia cables por todos lados. Queria decirle que no estaba en momentos de hablar, pero no paraba de hablar.
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Besos con sabor a chocolate [COMPLETA]
Romance¿Como rayos en 6 meses pueden cambiar tanto las cosas? ••• Dakota tenia una vida relativamente normal desde que hace algunos años se habia mudado a Estados unidos, orlando desde la ciudad de mazatlán, méxico. Tenia amigos, estaba estudiando medicina...