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DAKOTA SALAZAR

Mi vida era una mierda. No sé cuántas veces he secado mis lágrimas y cuantas veces han vuelto a salir.

Mis notas habían bajado considerablemente en este cuatrimestre, y todos los profesores a última hora de clase me llamaban para ver que me pasaba.

Era más torpe de lo normal, tenía ataques de pánico a un dos por tres, no tenia apetito por nada en el mundo. Llevo 4 días faltando a la universidad.

Damien ha querido entrar a ver que me pasa incontables veces, pero cada vez que intenta entrar corro al baño y lo cierro con seguro para que no me vea.

No quiero que le vea así. Parezco un alíen.

Siempre promete que me va a ver, a la buena o a la mala. Si se que se preocupa por mi y quiere ayudar, pero es algo que no podría ayudarme, porque ni yo se bien que tengo.

Es horrible.

Había pasado por esto cuando...no. no, no, no. Esto no puede estarme pasando. No otra vez.

Ni quiero volver a pasar por lo mismo, no por favor.

Lágrimas sin control caían por mis mejillas, siento como mi corazón se acelera y mi respiración es desigual.

El sudor comienza a salir entre mis poros y mi manos comienzan a temblar.

No, no, no. Esto no me puede estar pasando ahora.

¿¡Porque si ya había mejorado¡?

Flashback

8 años atrás

¿Porque tienes que ser tan insoportable? -dice mientras ata mis manos para que deje de temblar.

Mamá... -digo entre lágrimas retenidas.- Me duele.

Me da igual, así dejaras de temblar y de ser tan mensa.

Mamá por favor.

Jódete Dakota. No sirves para nada. -dice dejándome sola en la habitación.

No, no, no.

¿Y si...?

¡No! No soy insoportable, no soy mensa, no soy jodida...

Flashback

Mándame tus notas. Ahora. -dice a travez de la línea telefónica.

Le doy clic al archivo de mis notas del último cuatrimestre y se las envío a mamá.

Listo, madre.

Ella tarda unos minutos en responder pero cuando lo hace, hace que mi corazon se haga añicos.

¿¡Para esta mierda te pago universidad!? -cierro mis ojos con fuerza- Son una miseria, son iguales que tu. Inservibles. Esto es una mierda Dakota. ¿Porque tienes notas tan bajitas?

No lose...

-¡Claro que sabes pequeña bastarda! -grita y cierro los ojos con más fuerza reteniendo las lágrimas que se comienzan a formar en mis ojos Seguramente te la pasaste de calienta camas con cualquier gringo que viste por ahí. Zorra.

Zorra...

Mis manos comienzan temblar haciendo que se me haga difícil tener el celular en la mano.

Madre...

¡Asco me da que me llames madre! Siento una gran decepción por ti, ¿que mierda es esto Dakota? Solo mira esas notas.

No estoy en un buen momento Mamá...-trato de explicar pero no me deja.

Claro. En el mal momento de un mal orgasmo, ¿no? Pinche zorra. Por algo te dejaron, por zorra y atrevida. Ahora que lo veo y pienso mejor, Marcus hizo bien en dejarte, no te mereces ni un peso. -muerdo mi labio que comienza a temblar al junto de las lágrimas- No te atrevas a llamarme pedazo de estorbo.

Cuelga la llamada y no dudo en dejarme caer en lágrimas.

Zorra...

Mi mamá tiene razón. Soy una zorra, no sirvo para nada.

El sonido de la puerta siendo aporreando me saca momentáneamente de mis pensamientos.

—¡Dakota! -el grito de Damien al otro lado de la puerta hace que muerda mi labio para no sollozar fuertemente.- ¡Abre la puerta maldición!, ¡no pienso esperar otro día más a que salgas de ahí!.

—No puedo... -digo con la voz rota. -Lo siento. -un sollozo sonoro hace que maldiga en mis adentros. Maldita zorra.

—¿Dakota?, Maldición. -no escucho nada por unos segundos hasta en un golpe seco me haga sollozar del susto.

La puerta estaba siendo golpeada con muchísima fuerza, hasta que se abrió dejando ver a un Damien en pijama con la cara inundada de preocupación.
Sus ojos buscan rápidamente mi silueta, hasta sus ojos dan conmigo en una esquina oscura de la habitación en el suelo.

Se apresura hasta llegar a mi país ponerse de cuclillas y agarrar mi cara en sus manos escaneandome. Al ver mis ojos rojos a más no poder, inundados de lagrimas y mi pequeño cuerpo temblando se abalanzó sobre mi abrazándome.

Mis manos sujetaron su sudadera com fuerza y mi cara quedo enterrada en su cuello mientras sollozaba con fuerza.

—Nena... -digo en un susurro- Cálmate. Por favor... -su corazón latía rápidamente y el mio esta apunto de salir de mi pecho. El me despega de él y toma mi cara en sus manos.- Cálmate por favor.

Mi labio tiembla sin parar y mis manos no dejan de temblar haciendo que mi respiración sea entrecortada.

—Dakota, cariño. Respira conmigo. -intento seguir sus respiraciones pero se me complica- Tu puedes.

Mi respiración se va calmando poco a poco y mi labio al igual que mis manos dejan de temblar.

El ve que ha logrado calmarme y besa mis labios antes de volver a abrazarme.

—Lo has hecho bien. Estas bien. Estoy contigo, ¿esta bien? -asiento débilmente cerrando mis ojos.

Siento como me levanta del suelo y deja mi cuerpo en la cama. La cama del otro lado se hunde y siento como el se acuesta y acomoda mi cuerpo en su pecho. Sus manos me rodean y acaricia mi espalda y mi cabello.

—¿Quieres hablar? -me pregunta dejando un beso en mi pelo. Niego. -Esta bien.

Sigue acariciándome el pelo hasta que siento mis ojos pesados, pero levanto mi cabeza y lo miro captando su mirada.

—Gracias.

—Siempre estaré contigo, es una promesa. -besa mi mejilla y yo beso sus labios suavemente. -Te quiero.

Vuelvo a recostarme en su pecho y siento sus manos volver a acariciarme.

—Yo te quiero más, hermosa. Duerme, me quedare contigo.

Siento mis ojos con más pesar y dejo que el sueño me venza.

Besos con sabor a chocolate [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora