Capítulo 15: Noviesitos

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El timbre de que la última clase había acabado se hace presente en todo el aula. Los estudiantes salen disparados hacia afuera del aula apenas el profesor da por finalizada la clase.

Sophia me toma de la mano llevándome fuera del aula mientras hablaba de que se pondría esta noche para su cita con brayan, yo la escuchaba atentamente ya que no hay cosa que me guste más que escuchar a mi mejor amiga hablar sobre su relación con brayan. Amaba las miradas de amor que se daban, a distancia podías ver lo enamorados que estaban cosa que me hacía muy feliz.

—¿Donde esta Damien? —pregunta Sophia.

—No vino. Esta resolviendo algunas cosas. —digo mientras salimos del campus de la universidad. —vamos a buscar a mi cuñadito y a isabella al colegio.

—¿Cuñadito? Apoco y no quisieras que ese cuñadito fuera de verdad.

—Realemente daría mi colección de zapatos altos porque fuera real. —digo mordiendo mi lanzó inferior.

—Yo si creo que ustedes llegarán a estar juntos.

—Ya estamos juntos. —digo irónicamente.

—Pendeja, me refiero a juntos de verdad, en una relación no fingida.

—Lo dudo. De mi parte...bueno, de la de  el es todo fingido. De la mía no se, no todo es fingido. Ya sabes eso de que me he estado encariñando con el...

—Enamorando. —me corrigue.

—...Y aveces lo beso y lo abrazo cuando no hay nadie, es raro, porque me siento demasiado bien con el, me siento cómoda, como si no existiera nadie más que no sea el. Entonces, el hace lo mismo, me abraza, me besa, incluso me ha dicho que me quiere mucho. Me ha encantado nuestras noches de películas y cada vez que se pone a cocinar conmigo en la madrugada. —suspiro— Creo que me he enamorado de él. Pero dudo mucho que el de mi. Todo es fingido después de todo.

—¿Y a ti quien te dijo que todo lo que el hace lo hace fingido?

—¿Porque la relación es falsa?, ¿tal vez?

Ella toma mis lentes y los revisa.

—¿Que haces? —digo viendo como revisa mis lentes.

—Viendo que tanto aumento tienes, creo que necesitas más. Esos no te están haciendo nada, te están dejando más ciega que de costumbre. —dice devolviendomelos.

—Pinche pendeja... —digo volviendo a ponermelos.

—Conozco a Damien nena, se cuando hace algo porque le nace y cuando no. Cada vez que te toma de la mano puedo verlo, cada vez que te abraza o que te besa, se nota a distancia que te tiene aprecio.

—Aprecio Sophia.

—No me entiendes. No ese tipo de aprecio, creo que le gustas de verdad.

Me detengo abruptamente —¿Estás loca?

—Un poco, pero esta vez te digo que de verdad le gustas, nena, se nota.

—No. Estarás delirando, ¿yo?, ¿gustarle a Damien? —niego— Jamás.

—¿Porque lo dudas tanto?

—Porque seguramente tuviera la oportunidad de escoger a otra chica lo haría. Y yo no soy bonita, tampoco tengo el mejor cuerpo del mundo, ni mucho menos.

—¿Porque te comparas tanto?

—Se volvió costumbre.

—Oye. —dice parándose— Deja de hacerte menos. Eres hermosa, y no supongas cosas que no has visto nisiquiera inicios de que las cosas son así. Si supieras como habla de ti Damien con brayan, oh conmigo, cada vez que duermes y me ve en el sillón habla maravillas de ti, de lo hermosa que eres.

Besos con sabor a chocolate [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora