Besos con sabor a chocolate [COMPLETA]

Capítulo 4: La tia rosa

Respira, respira, respira...

—No se si quiero bajarme. —digo en un susurro a Sophia—

—Se que tienes miedo, pero estamos aquí para demostrarles que no eres ninguna frustrada, eres Dakota Salazar. —me anima Sophia—

Alguien toma mi mano y la entrelaza con la suya, miro quien es y veo que es Damien.

El no dice nada al respecto, solo me mira, y Justo puedo sentir eso de, que no siempre se necesitan palabras para expresar lo que uno quiere que el otro sienta. Con una mirada basta.

Tomo un suspiro y salgo del auto y veo a los demás también bajar.

Miro mi mano entrelazada con la de Damien y volteo mi cuerpo y choco con el suyo.

Damien y yo hacemos contacto visual por unos segundos y mi mirada sin querer baja a sus labios, y el sin pensarlo mucho aplasta sus labios con los míos en un beso delicado y tierno.

Muevo mis labios al compás de los suyos y puedo sentir su mano en mi mejilla acariciándome.

Es tan lindo...

Escucho un chillido femenino y me separo de Damien de un momento a otro y volteo a ver de donde viene el chillido.

Mi hermana.

Mi hermana y mi tía rosa estaban juntas en la entrada de mi casa viéndonos a ambos asombradas.

Mi hermana, mi papá y mi hermano mayor eran los únicos que nunca se pusieron del lado de los demás para decirme frustrada.

Ellos fueron los únicos que siempre estaban ahí para mi cuando me ponía a llorar por como me decían.

Me agacho y abrazo a la pequeña niña de 10 años.

—¡Dako viniste! —chilla—

—Claro que si vine pequeña. —pongo uno de sus mechones revoltosos detrás de su oreja— ¿Y Santiago y papá?

—Están dentro. —ella mira a los demás— Hola Brayan, Hola Sophia. —los saluda y ambos le sonríen— Oh, ¿tú eres Damien cierto? —se acerca hacia Damien y este asiente— Tú eres el novio de mi hermana, mi familia no para de hablar de ti y de mi hermana, ya están en el grupo de chismes de la familia.

—¿Grupo de chismes? —pregunta sorprendido Damien—

—Sipi, mi familia es muy chismosa, ya saben, envidiosos. —ella mira a Damien— Eres lindo. Pareces ken el novio de barbie.

—¿Me estás diciendo guapo? —dice haciéndose el tonto—

—Pues si. —ella me mira— Oye Dako, tu novio es medio tonto, no capta indirectas. —eso hace que todos los chicos y yo riamos—

Veo a alguien acercarse a mi y veo que es la tía rosa.

La víbora

—Así que...tienes novio. —dice a mi lado viendo a Damien de pies a cabeza— No te Creo.

—¿Como? —digo anonadada—

—No, no te creo. Eres muy llorona como para superar algo así.

—Pues mire, que su marido le allá pegado cuernos y usted no lo allá superado no quiere decir que yo también lo vaya a hacer, que usted sea una cuernuda sin dignidad que aún le anda rogando la mantención de su hija la ratona problema mío no es. —me defiendo—

—A mi no me hablas así, que sea la última y primera vez que lo hagas. —me reprende— soy tu tía, y a mi me respetas. Y si lo vuelves a hacer te va a ir muy mal.