Capítulo 13: Te he empezado a querer

279 24 3
                                    

El alivio que sentí al escuchar al profesor decir que la clase se había acabado, no sabía ni como explicarlo.

Recogí mis cosas y salí del aula para encontrarme con mi profesora favorita saliendo de un aula.

—Karen. —la llamo con una sonrisa.

—Dakota. —sonríe al notarme— ¿Como vas con el diseño?

—De eso quería hablarle. —comienzo a caminar con ella a mi lado por el pasillo— Tengo una idea en mente y quisiera saber su opinión.

—Soy todo oídos.

—La pieza que diseñe esta compuesta por dos faldas, una gruesa arriba y otra capa de tul abajo. —explicó moviendo mis manos. Ella me mira atenta— La parte de arriba estaría conectada a la falda por un brasier medio transparente, y eso complementará a el corset que estaría poniendo con piedras a juego, y unas mangas anchas y grandes transparentes y de brillos.

Ella se queda en silencio como imaginándose mi idea hasta que me mira sonriente.

—Tienes una mente brillante, jovencita. —ella pone una mano en mi hombro— te gustan las transparencias.

—Siento que es algo que le pega a todo cuerpo, toda figura y color de piel. —me enconjo de hombros— Te hace ver más sexy y es algo que en algún momento toda mujer en alguna ocasión quiere verse y sentirse sexy.

—Me encanta tu manera de pensar linda. —ella parece ver algo al frente— y buenos gustos que tienes jovencita. —me guiña un ojo—

—¿Ha que se...? —no termino la oración porque ella se va y choco con alguien- Lo siento no te... —Miro al responsable de mi accidente.

Damien.

—Ten más cuidado para la próxima, hermosa. Así no andas chocando con todo el mundo. -sonríe mostrándome sus perfectos dientes blancos.

Mis cejas se juntan en molestia al recordar a la chica con la que estaba hablando esta mañana apenas me baje de la motocicleta, estaban ambos hablando muy sonrientes y el reía y bromeaba con ella.

Celosilla.

Igual no debería. No es nada mio en privado, en publico es el novio perfecto mientras que en casa era mi amigo si asi se podía llamar.

—¿Que?

—Pensé que estarías con tu amiguita. -digo levantando una de mis cejas.

El parece confundido —¿Cual de todas mis amiguitas?

No se si lo hace para joderme pero me esta calentando la sangre.

—De tantas que tienes ni te acuerdas. -ruedo los ojos pasando por su lado.

No paso mucho cuando me alcanzo y se puso en mi camino para que dejara de avanzar.

—¿Estás celosa porque hable con Giselle?

Muy estúpido, lose.

—No. —digo intentando volver a pasar por su lado pero me lo impide —Arturo déjame pasar.

—Nunca me llamas arturo. — junta sus cejas— Estas enojada. -frunce la nariz- celosa.

—No estoy celosa de ninguna amiguita tuya ni menos de Giselle.

—Lo estás. -dice doblando su cabeza como si le parecía divertido verme asi- Vamos, nunca me llamas Arturo, nisiquiera sabia que tu sabias que me llamaba Arturo, además te saldrán arrujas de la arrugar la frente, estas...

—Si. Estoy jodidamente celosa de Giselle. -digo rodando los ojos- ¿Feliz?

—Mucho. -dice antes de dar un paso y besarme.

Al principio pensé en darle un zape y mandarlo a la mierda por interrumpir mi drama mañanero, pero después sentí sus grandes manos posarse en mi cintura y mande todo a la mierda.

Le correspondi el beso y fui cuando lo sentí reír debajo de mis labios pero no se separo si no, que escuche como abría una puerta y me cargo haciendo que enrede mis piernas en su cadera y sentí como cerrada una puerta.

Me aleje para ver donde estábamos pero me volvió a besar con desesperación cosa que hizo que riera.

Puse mis manos en su pecho para alejarlo, vi a mis alrededores y vi que estábamos en el aula de ciencias, volteo a verlo y veo que mira mis labios peligrosamente.

—¿Aguantarías tus sucias ganas hasta después? -pregunto al escuchar el sonido de la campana sonando para mi última clase del día.

El resopla —Como digas.

Me bajo de sus brazos y me pongo de puntillas para besarle una vez más, solo que esta vez es un beso rápido porque me daría mucha vergüenza que nos encuentren besándonos en una aula vacía, donde probablemente en menos de cinco minutos esté siendo invadida por estudiantes de primer a último año.

—Necesitamos ir a nuestra última clase. -digo limpiando sus labios que tienen pintalabios rojo.

El asiente y toma mi mano y nos lleva fuera del aula donde tendremos nuestra siguiente clase, la cual paso más rápido de lo que pensé. Solo que Damien se fue más temprano que yo porque estaba en una reunión del grupo de literatura.

Al salir al parqueo y ver a Damien mis pies van bajando la velocidad hasta detenerme completamente en shock.

—Pensé que te gustarían. -dice acercándose a mi con un ramo de flores hermosas.

—Damien... -digo tomándolas en shock- Me encantan, gracias. -las miro anonadada.

—Pasaba a buscar algo y las vi, pensé en ti desde que las vi.

Lo miro perpleja y un chillido de felicidad sale de lo más profundo de mi garganta y lo abrazo haciendo que el ría.

—¿Ya te he dicho lo mucho que te he empezado a querer? -digo chillando- Porque si no es así; te quiero muchísimo Damien. Muchas gracias.

—Yo también te he estado queriendo más de la cuenta niña revoltosa.

La sonrisa que se instala en mi cara no es normal y Dios, de verdad que lo estaba empezando a querer más de la cuenta.

¿Eso es malo?

Besos con sabor a chocolate [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora