La Primera Cita... DE AMIGOS

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Momentos que hacían sentir no muy orgulloso a Luigi habían varios, pero sin duda alguna el haber saltado encima de su celular después de ver la notificación de Bowie pasaría a ser uno de los primeros lugares.

De manera casi instantánea respondió con un sí; y en poco tiempo se pusieron de acuerdo para discutir el lugar.

El chico quedó sorprendido al darse cuenta de que tenían casi el mismo horario, a excepción de una clase. Clase que de hecho les arruinaba el plan de la comida, pero fue un problema que se arregló cambiándola a una cena.

Por obvias razones, Daisy se enteró casi al instante de la salida de su amigo. No pudo evitar soltar un grito de la emoción que casi lo dejó sordo. En menos de cinco minutos, ya se encontraba en su habitación para ayudarlo a elegir que ponerse.

–Deberías usar tus pantalones blancos, te ves muy lindo con ellos– mencionó.

–¿Tú crees? No quiero verme demasiado formal.

–Lu, te explicaré algo, aunque salgas con amigos debes verte guapo.

–¿Por qué?

–Porque te ayudará a sentirte más seguro de ti mismo– explicó –Aww, amo este suéter ¡Debes ponértelo!

El mayor soltó una risita –Tú pareces estar más emocionada que yo.

–Solo estoy feliz por ti. Ahora ¿Recuerdas lo que te dije?

–Actuar calmado, confiado, y ser yo mismo.

–Cumple esas tres reglas y te aseguro que te adorará por siempre.

–Suenas demasiado segura.

–Es que lo estoy.

–¿Por qué?

–Por qué fue lo que hiciste conmigo– acarició su mejilla –Y te funcionó bien ¿No crees?– le guiñó el ojo.

Luigi se sonrojó y besó la mejilla de su amiga.

–A veces creo que demasiado bien– caminó hacia la puerta –Como sea, te prometo que usaré eso mañana, pero me muero de hambre ¿Podemos ir al comedor por algo de cenar?– suplicó.

–¡VAMOS!– lo jaló.

Es divertido siempre ver todos los puntos de vista, después de todo, un buen chisme es solo el que se cuenta completo. Y para eso estoy yo, pues a pesar de que Luigi estaba más que emocionado con lo que estaba ocurriendo, en el pasillo de los villanos había un koopa en pleno ataque de ansiedad cuestionando cada decisión de su vida que lo habían llevado a terminar en esa situación.

Bowser miraba la nada mientras esperaba a que la comida para su hermano y primos estuviera lista. Podía sentir su mano temblando debajo de la mesa; observaba de un lado a otro y podía encontrarse cada koopaling en sus propios asuntos. Larry jugaba videojuegos, Morton y Roy compitiendo por ver quién era más fuerte, Ludwig en su práctica de violín, Wendy viendo tutoriales de maquillaje, Larry e Iggy viendo teorías conspirativas en la televisión y Bowser Jr. armando un rompecabezas; el koopa mayor se percató del probable ruido que había en esos momentos, pero que no podía escuchar debido a sus pensamientos.

Se preguntaba en qué tan buena idea había sido aceptar la salida de Luigi. Ni siquiera tenía ropa para situaciones como esa, más bien ¡Ni siquiera tenía idea de en qué contexto era la salida! ¿Amigos? ¿Ligue? Eso también lo estaba volviendo loco, pero no tenía el valor de preguntarle.

–Oye, Wendy– se acercó a la chica –Emm, si tuviera una salida, pero no supieras en qué plan es ¿Qué te pondrías?

De repente, todos los menores dejaron de hacer sus actividades y miraron al mayor.

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