Sé Quien Eres

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Le ha llegado un nuevo mensaje.

Mario revisó su celular con una ligera mueca; se trataba de Miyamoto anunciando la fecha de cuando grabarían el último nivel. Con eso finalizado, oficialmente tendrían el nuevo juego terminado y podrían dejar de lado por fin aquel horrible semestre.

Pero había algo molestándolo; en el fondo sabía que lo que sucedió ese semestre afectaría a todos en el futuro. 

Luigi era gay. Eso era algo que tenía que arreglar lo más pronto posible, pero sabía que debía ser algo que tenía que arrancar desde raíz.

Guardó su teléfono y entró a la biblioteca en busca de paz. Vagó por los pasillos viendo los diferentes libros en las estanterías. Acarició los lomos con delicadeza y paró de golpe en uno.

Lo sacó, limpió un poco del polvo y leyó el título: “Anuario 1996”

Pasó las páginas hasta encontrar las de su juego. El Mario 64 recién había salido, el primer título en el que sus padres habían participado. Debajo de cada foto había ciertas anotaciones y la que estaba bajo la de su padre captó su atención al instante.

La letra de Miyamoto era reconocible en casi cualquier lugar. ‘Un Mario excepcional, pasará a la historia como uno de los mejores’

Tensó su mandíbula y continuó leyendo la de su madre. ‘La dulzura y gracia hecha persona’. La de su tía Daisy; ‘La fuerza y resistencia que toda mujer debería tener’. Y por último la de su tío ‘Una grata sorpresa’.

Para finalizar la sección, encontró una foto con los cuatro posando entre risas. Los hombres abrazaban a sus respectivas parejas por la cintura; lucía perfecto.

Devolvió el anuario a su lugar y avanzó por la sección hasta llegar al año 2015, sacó el libro y se apresuró a llegar nuevamente a su juego. Le parecía tan extraño como rostros que se supone debían ser repetidos eran tan diferentes. Tal vez el público no lo notaba, pero no se parecía ni un poco a su padre y eso lo torturaba.

La forma de su cabeza era más cuadradada que circular, sus ojos se asemejaban más a los de su madre y su bigote tardó demasiado en crecerle de manera natural.

Buscó en las fotos individuales para ver si Miyamoto también había escrito cosas. Y, en efecto, así era.

Peach: ‘Demasiado perfecta’

Daisy: ‘Bomba de luz y energía, no existe nadie mejor para interpretar al personaje’

Luigi: ‘No creo que vaya a existir jamás una mejor representación que él’

Mario: ‘Digno sucesor’

Digno sucesor…

Sucesor.

Esa palabra era molesta.

Todos sus compañeros eran perfectas representaciones y él solo era eso. Un sucesor condenado a vivir bajó la sombra de su padre por lo que le quedaba de vida.

Soltó un pesado suspiro y dejó el libro donde lo había encontrado. Después, fue hacia una de las mesas, se sentó y sacó algo de su bolsillo. Se trataba de una de las cartas que Bowie le había escrito a Luigi.

“Eres tan injusto, tu sonrisa me ilumina y ahora el sol me parece un chiste en comparación. Un solo toque tuyo me pone a temblar y me siento tan vulnerable.

No tienes idea de lo hermoso que es eso.

Eres mi perdición y mi salvación; mi mayor tortura y lo mejor que me pudo haber pasado. 

Proyecto Bowuigi 👑Fungwarry Tales👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora