Proyecto Bowuigi 👑Fungwarry Tales👑

En la Cuerda Floja

Luigi estaba recostado en las piernas de Bowser. Ninguno podía decir palabra.

Cada uno estaba tan sumergido en sus propios pensamientos que ni siquiera podían procesar los problemas de su pareja. Y es que ambos creían estar conscientes de las consecuencias que su relación podría traer, pero de repente todo parecía que se les había salido de las manos.

–Estoy cansado– confesó Bowser –Tal vez todos tengan razón, lo nuestro es peligroso.

–No empieces con eso, no estoy de humor– se pegó Luigi más a él.

–¿Y crees que yo sí?– preguntó molesto –¿Al menos eres conscientede lo que está pasando? Tu hermano me amenazó ayer, si se llega a enterar que yo soy Bowie…

–No hay manera de que se entere– contestó.

–Daisy podría decirle.

–¡Ella jamás haría algo como eso!– soltó con molestia.

–Es una chismosa y está dolida.

–Y aun así es la persona más leal que he conocido en mi vida, así que déjala en paz– se levantó –Y Mario no va a hacerte nada, de eso me encargaré yo.

–¿Te estás escuchando si quiera? Luigi, entiendo que sea “tu gente”, pero no sería la primera vez que un héroe arruina la vida de un villano.

–Yo no soy un villano.

–Pero yo sí y los koopalings también– cruzaron miradas –Digamos que, en el mejor de los casos, no se entera de que soy Bowie; de todas maneras no le agrada que sea tu amigo como Bowser. Ni a él ni a tus padres.

–¿Y qué más da? Al que le tienes que gustar es a mí, no a ellos.

–¡Escúchame, por favor! Esto ya no es solo sobre nosotros dos– lo encaró –Kamek tenía razón, nos metimos en un terreno demasiado peligroso ¡Carajo! Tu hermano no me amenazó a mí, amenazó a todo “mi juego”.

–Lo mismo le hizo a Peasley y él está bien. Tú eres el villano principal, no va a echarte.

–Peasley no logró nada contigo; él no “te volvió gay”

–Bowser, todo estará bien ¿Ok? Ya veré cómo arreglarlo; hablaré con Mario y…

–¿Cómo? Luigi, no puedes fingir, no conmigo. Estás tan roto como yo en estos momentos– gruñó –Daisy logró lo que tu hermano no pudo y ahora tú… Por favor, detente, me duele verte forzarte a estar bien por mí.

–¿Y qué más puedo hacer? Tú te hundes fácil, si yo no estoy bien…

–Entonces acabemos con esto; si estás sufriendo de más para no torturarme, no vale la pena.

–¿¡VES!? Esto es lo que te digo. Siempre que algo va ligeramente mal, quieres acabar con todo– gritó.

–¿¡Y qué otra opción tenemos!? ¿Ocultarnos mejor?‐ se puso frente a él –¡Somos dos de los rostros más reconocidos de Fungwarry! No importa en qué rincón nos metamos, nos van a reconocer. Hemos tenido suerte hasta ahora de que todos sean personas dispuestas a guardar el secreto, pero ¿Qué tal si el próximo no es así?– murmuró –Luigi, te amo, pero no quiero que ese amor te lastime. No, no quiero yo lastimarte.

–Sé que jamás lo harías.

–¿Cómo? Mírame– masculló –¡MÍRAME! Soy un dragón tortuga gigante ¡Ni siquiera tengo sentido! Mi caparazón está lleno de picos que podrían atravesar tu carne si no tengo cuidado. Tu cabeza entera cabe sin dificultad en mi boca. Puedo rodear tu cuerpo entero con una sola de mis manos; si quisiera, podría asesinarte sin dificultad.