Proyecto Bowuigi 👑Fungwarry Tales👑

Tan Cerca y Tan Lejos

Ya era el tercer día en que Bowie no respondía a Luigi. El castaño sentía que en cualquier momento iba a quebrarse por la ansiedad que el asunto le causaba. Había intentado de todo, llamadas, mensajes, memes, pero nada hacía aparecer a su misterioso amigo.

Tanto le afectaba la situación que apenas podía conciliar el sueño. Todo era bastante extraño, el chico nunca se había sentido tan angustiado por alguien antes; era como si tuviera la urgencia de ver a su amigo, reír junto a él, estar a su lado. Le asustaba lo invasivo que el sentimiento se estaba volviendo, pero lo gozaba ¿Eso era a lo que Bowie una vez se refirió cuando le dijo que no le pidiera que dejara de sentir por que eran hermosos? Por que claro que estaba angustiado, sin embargo, estaba consciente de que cuando viera a Bowie todas esas preocupaciones se irían.

–¡Luigi!– escuchó una segunda voz entrar al salón de clases.

–Junior– le sonrió al niño –¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Y tu hermano?

–Apareciste en mi sueño– ignoró sus preguntas –Fue muy divertido– dijo emocionado.

–Oh ¿Enserio? ¿Qué soñaste?– lo cargó y sentó en sus piernas.

El cariño que los koopalings tenían hacia él era algo bastante nuevo, pero no lo molestaba en absoluto. Al final descubrió que eran niños bastante normales; incluso parte de él empezó a dudar de todo lo que le habían dicho sobre los villanos con anterioridad.

Bowser no era un monstruo sin corazón y los koopalings solo eran pequeños incomprendidos; quien sabe, tal vez King Boo tampoco era realmente malvado.

Siguió escuchando a Junior aún con todo esto en su mente y dio una rápida mirada al asiento a su lado. A diferencia de días atrás, ahora le tranquilizaba mucho tener al rey de los koopas presente; no se dio cuenta de en qué momento, pero empezaba a considerarlo su amigo.

Pronto volvió a escuchar voces acercándose.

–Te digo que debes calmarte, Bowser– dijo Miyamoto mientras abría la puerta–Junior no debe estar muy lejos de aquí.

–Nunca se había escapado de su habitación– respondió el otro con notoria preocupación –¿Y si algo malo le pasó? Es un niño, seguro se perdió o…

–Buenos días– interrumpió Luigi. Ambos lo miraron –Perdón por meterme, pero creo que a quién buscan me encontró primero a mí– sonrió.

Entonces sus ojos se fueron al niño en las piernas del humano.

–¡Junior!– se acercó Wendy –Te estuvimos buscando toda la mañana.

–Luigi– lo jaló Larry del pantalón –Al fin les gané a Morton y a Roy.

–¿Enserio? Felicidades– sacudió su cabello.

–¡Eso es por que hizo trampa!– gritó Morton.

–Sí, nos estuvo golpeando con su cola mientras jugábamos– lo secundó Roy.

–Bowser– le susurró el maestro –Hablemos afuera– lo jaló –¿Puedes explicarme qué está pasando?– lo miró molesto.

–Uhm, es una historia bastante graciosa– forzó una sonrisa –El otro día que no pude cuidar a los koopalings, Luigi me hizo el favor de ser su niñera por una noche y ahora parece que se encariñaron con él.

–Me estás jodiendo ¿Verdad?– frunció el ceño.

–¡No fue mi idea! Kamek le dijo sin preguntarme primero– se apresuró a decir.

–Me prometiste que te mantendrías alejado de él– gruñó.

–Lo dice el que me puso a coquetear con él– contestó.