No Puede Ser Tan Malo

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Había llegado uno de los días más importantes de todo el semestre, pues ya era hora de que se empezara a grabar la nueva carta fuerte de la franquicia.

Miyamoto estaba tan seguro de que se trataba de un futuro éxito que había un presupuesto mayor al de todos los juegos anteriores. Claro que se podría decir que esto era más que nada gracias a la película; la cual aún no era estrenada, pero todos tenían la convicción de que sería una gran catapulta para poder vender mucho más que antes.

Luigi, y Daisy se encontraban en maquillaje recibiendo sus últimos retoques. Mientras que Mario y Peach grababan en sus respectivas pistas.

Bowser tenía sus cincos minutos de descanso antes de tener que volver a grabar la batalla final por tercera vez ese día. El koopa debía admitir que nunca había sido muy fan de cómo se manejaban las grabaciones dentro de Fungwarry, pues siempre le decían que solo tendrían un día de grabación con él, cuando ya la experiencia le había enseñado que cada nueva sesión a Miyamoto se le ocurriría algo nuevo y lo haría aprenderse toda una nueva coreografía y se tendría que grabar todo de nuevo.

–¡Luigi!– lo llamó el director –Ya es tu turno de cruzar la pista. Daisy, entra a la jaula y Bowser, ya sabes que hacer.

Los tres asintieron y fueron hacia sus respectivos lugares.

Bowser se ofreció a ayudar a Daisy a subir a la jaula flotante, pero la chica lo rechazó y entró de un salto con una sonrisa.

Luigi se posicionó al inicio del nível con notorio nerviosismo; soltó un suspiro al recordar que tendría que volver a aplastar goombas y koopas como si fueran nada. Estaba consciente de que se trataban de villanos, su hermano se lo decía todo el tiempo, pero aún así no podía evitar sentirse culpable de lastimar a alguien.

La peor parte es que Miyamoto le pedía aplastar a todos para que en post producción pudieran arreglar en caso de que el jugador así lo deseara.

La pista en sí era algo complicada, el juego buscaba experimentar con la experiencia de trescientos sesenta grados, por lo que había varios giros bruscos que el chico no estaba muy seguro de poder manejar. Además, nunca se le había dado muy bien manejar las distancias por lo que estaba seguro de que chocaría con varios cubos como en ocasiones anteriores.

Tragó saliva y solo rezaba por que al día siguiente les dijeran que tocaba grabar algún Mario Kart o cualquier cosa que no tuviera que ver con el juego principal.

Podía ver cómo todo el desastre que Peach había hecho se levantaba del suelo y volvía a alinearse a su forma original. Alzó la mirada y se encontró con Daisy sonriéndole y haciendo muecas para tranquilizarlo.

Soltó una risita.

El contador empezó a bajar, en tres minutos debería comenzar a correr.

–Ey– se acercó Mario a él –Tu celular no deja de vibrar– se lo dio –Revísalo rápido y recuerdale a Daisy que es contra las reglas tener dispositivos con nosotros durante la grabación– gruñó.

–Yo hablo con ella– sonrió mientras lo desbloqueaba.

Daisy: Relájate, guapo

Daisy: Recuerda que ahora, si fallas, tienes a un chico guapo que puede consolarte después

Se sonrojó al instante.

Luigi: No deberías tener el celular cuando ya estás en escena

Daisy: JAJAJA Desde acá te ves rojo

Luigi: Hablo enserio, guárdalo antes de que Miyamoto se de cuenta

Daisy: Está bien

Daisy: Te amo

Proyecto Bowuigi 👑Fungwarry Tales👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora