Punto de Quiebre

287 42 47
                                    

Luigi despertó con bastantes ánimos, a pesar de haber acabado de manera agridulce, recordaba la noche anterior con mucho cariño.

Sonaría patético, pero era la primera fiesta escolar a la que asistía y podía decir que realmente se había divertido. No entendía que tenían los villanos que le daba tanta seguridad; estar con ellos se sentía como una droga, mientras más tiempo estaba a su lado más vivo se sentía.

Había encontrado un lugar en el que al fin se sentía cómodo y al que quería pertenecer.

Incluso pensó en que tal vez ya era momento de salir del closet frente a todos; pues ahora sabía que no estaría solo.

Se apresuró a arreglarse y fue a desayunar.

Al llegar, fue inundado por varios saludos de villanos que se cruzaban con él.

Recibir atención no era algo raro para él, pero casi siempre era por ser el hermano menor de Mario; no tanto por ser simplemente él.

Por primera vez podía sentir que esos acercamientos y saludos no los recibía solo por su nombre o estatus, si no por que de verdad les agradaba.

Y es que incluso varios le habían mencionado que no esperaban que pudiera ser tan rebelde y relajado, había sido una agradable sorpresa.

–Ey– se acercó Waluigi –¿Cómo estás, muchacho? ¿No tuviste problemas anoche?

–Mi hermano no se dio cuenta de nada, no te preocupes. Gracias por esconderme, por cierto.

–Luigi, ya me agradeciste como quince veces, no tienes que hacerlo más– rio.

–Puedes llamarme Lu.

–¿Eso no molestara a tu hermano?

–Con todo respeto ¿Eso qué importa? Me lo vas a decir a mí, no a él.

–Me gusta esta nueva versión– lo miró de pies a cabeza con una ligera sonrisa ‐Oye, esta noche tendremos una noche de juegos. Probablemente juguemos poker, apostaremos, beberemos y esa clase de cosas ¿Quieres venir? Tu novio lo hará.

–¿Convencieron a Bow de salir de su habitación?– arqueó una ceja.

–Creo que ambos se están haciendo bien– respondió –Te veo ahí ¿Entonces?

–Claro– sonrió.

–Hasta la noche, entonces. Ya me voy, tu hermano nos está viendo y no se ve feliz– se alejó.

Luigi al fin pudo sentarse.

–Buenos días ¿Cómo durmieron?– preguntó.

–¿Quieres explicarte?– gruñó Mario como respuesta.

–Creí que dijiste que ya no te meterías en mi vida.

–Eso fue antes de que me diera cuenta del verdadero peligro al que nos estás metiendo a todos.

–No puede ser– giró los ojos –¿Ahora qué estoy haciendo tan horrible como para arruinar tu asombrosa vida de protagonista?

–No me mires como si fuera un egoísta; esto no se trata solo de mí.

–¿Enserio? Por que no he visto a nadie más quejarse; ni siquiera a Miyamoto.

–Ese hombre ya tiene muchas cosas en la cabeza como para darse cuenta del desastre que estás haciendo. Como un Mario, debo ayudarlo a controlar lo que está mal.

–¿Un Mario? ¿Esto es por papá?

–Eso no importa.

–Tu "trabajo como Mario" es que todos trabajen como deben ¿No? En el juego sigo siendo el mismo hermano tonto y manipulable de siempre, no entiendo de que te preocupas– frunció el ceño –Además, siempre tenías problemas conmigo por perder todo el tiempo y ahora hasta rompí un record ¿no es eso algo bueno?

Proyecto Bowuigi 👑Fungwarry Tales👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora