Noche

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El koopa caminaba a paso veloz con la única intención de escapar de la humillación pública a la que Miyamoto lo había sometido. Decir que estaba avergonzado se quedaba corto a lo que él sentía. A pesar de no ser la primera vez que le coqueteaba a Luigi, nunca lo había hecho en su forma original y eso lo estaba volviendo loco poco a poco.

–¿Te sientes bien?– lo miró Lemmy apenas entró a la habitación.

–¿Qué hay de comer?– preguntó Morton.

–Hay sopa instantánea en la repisa, ayuden a Larry y a Junior con la suya– respondió antes de encerrarse en su habitación.

Apenas se sintió seguro, tomó una de sus almohadas y ahogó un grito en ella.

Sin duda alguna, en momentos como esos deseaba poder odiar a Miyamoto. Sin embargo, en parte le estaba agradecido; aunque se lamentaba un poco de no haber seguido el consejo de Daisy e intentar acariciar detrás de su oreja.

Su celular vibró y sintió un escalofrío, a fin de cuentas solo había una persona que le mandaba mensajes.

Luigi: Creo que tuve uno de los días más extraños de mi vida

Luigi: ¿Quieres venir a mi alcoba?

Luigi: Podemos ver una película

Bowie: Claro

Fue una respuesta casi instantánea y sin pensar. No le tomó ni quince segundos tomar la corona.

–¿A dónde vas ahora?– escuchó una voz rasposa a sus espaldas –Ya es tarde y mañana tienes clases.

–Kamek– lo miró –Yo solo... Quería algo de aire fresco– mintió.

–Has estado usando la corona mucho últimamente, sabes que su uso prolongado puede hacerte daño– se sentó en la cama.

–No la he usado tanto– intentó evitar el contacto visual.

–¿Por qué estás tan nervioso?– rio –Bowser, si quieres salir a ver a Luigi eres libre.

Un sonrojo se apoderó del rostro del chico.

–¡Yo no... ¡Él no...

–Las emociones son traicioneras y tu rostro lo es más. Enserio no sabes ser discreto.

Soltó un pesado suspiro –Miyamoto ya me sermoneó el día de hoy, no creo poder aguantar otro– metió las manos a sus bolsillos.

–No quiero, ni voy a sermonearte– le sonrió.

–¿De verdad?– arqueó una ceja.

–Nunca te había visto actuar de manera tan tierna como lo hiciste hoy. Me recordaste mucho a tu padre, de hecho– lo miró –Entonces ¿Desde cuándo llevan viéndose?

El cuerpo del menor se relajó y se sentó a su lado.

–Casi dos meses, si no estoy mal.

–¿Ah sí?

–Él es asombroso– murmuró.

–¿Y lindo?

–Demasiado– contestó.

–Y te gusta.

–Sé que está mal– confesó –Pero...

–¿Qué está mal? ¿Qué te guste un chico? ¿Qué sea un aliado? ¿O está mal que estés sintiendo algo nuevo?

–Tal vez todo– susurró –Si Mario se entera, seguro me matará. Y luego puede lastimar a los koopalings ¡No puedo permitir eso!– se paró –¿Sabías que despidieron a Peasley por ser gay? Y no solo eso, si no por querer salir con Luigi. Literalmente estoy siguiendo el mismo camino.

Proyecto Bowuigi 👑Fungwarry Tales👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora