Proyecto Bowuigi 👑Fungwarry Tales👑

Verdad

Despertó con desgano.

Podía jurar que toda su mañana la había manejado en piloto automático; ni siquiera pudo reaccionar cuando se encontró con su hermano. Su mirada siempre parecía perdida y vacía.

Decir que no quería ir a la junta sería algo bastante obvio, ni siquiera quería estar en Fungwarry en esos momentos.

–¿Estás bien?– se sentó Daisy a su lado.

–¿Por qué tenemos que enamorarnos? ¿No sería más fácil si los sentimientos no existieran?

La chica arqueó una ceja –¿Quieres contarme sobre lo que pasó ayer?

–Todo iba perfecto. Él se veía hermoso, el cielo lleno de estrellas, nunca había sido tan honesto con alguien en toda mi vida ¿Y eso a qué me llevó? A nada.

–¿¡Te rechazó!?

–Me dijo que era asombroso y le gustaba, pero que no es lo que estoy buscando ¿¡Y qué derecho tiene él para decidir eso!?– gritó.

Su conversación se vio interrumpida con la llegada de Bowser al salón.

El koopa se congeló apenas vio a Luigi.

–Debes calmarte– le susurró Daisy –Después de la junta lo hablamos en mi alcoba si quieres.

–¡No me importa si él escucha! Lo sabe todo– contestó el del bigote.

–¿Qué?– frunció el ceño –¿Sabes sobre Bowie?– miró al mayor.

–Sí– respondió con incomodidad.

Luigi comenzó a llorar, el solo escuchar su nombre lo ponía sensible.

–No sé qué hice mal– dijo –Fui honesto, confié en él ¿Por qué él no pudo confiar en mí?

Bowser tragó saliva –Tal vez lo hizo por tu propio bien– susurró.

–¿Mi propio bien o el suyo?– lo miró molesto.

–Luigi, sinceramente, creo que hay veces en que es mejor cuando no se sabe todo sobre la otra persona.

–No quiero saberlo todo, yo tampoco quiero que él sepa todo sobre mí. Pero enserio no puedo entender que es tan grave que lo llevó a decidir por sí solo lo que es mejor para mí.

–Tal vez es algo grave. Un secreto que podría cambiar tu manera de verlo– sintió un nudo en su garganta.

–¡Eso no me importa!– gritó.

–Luigi, debes calmarte– insistió Daisy.

–¿Calmarme? ¿Es que ninguno de ustedes dos lo entiende? ¡LO AMO! Estoy tan enamorado de él que sentía que iba a explotar cada que tocaba su mano– masculló –Lo amo tanto que... Sin él, no sé qué hacer ahora– confesó –Tomé riesgos por él y me encantó, pero ahora no sé si seré capaz de tomar más.

La chica soltó un pesado suspiro.

–Cuando estás cosas pasan, lo mejor es quedarse con las cosas buenas, Lu– acarició su espalda –Sé cómo duele un corazón roto y créeme que no es fácil de llevar, pero no estás solo. Me tienes a mí y a Bowser ¿Cierto?– miró al koopa.

Este miró hacia otro lado; no quería mentirle de manera tan descarada, pero tampoco quería abandonarlo a su suerte.

–Si me necesitas, estaré aquí– dijo finalmente.

–Gracias– susurró el humano.

El resto del día no cambió para Luigi. La junta era igual de aburrida que siempre; y aunque las tonterías de Daisy lo habían hecho soltar una que otra risa involuntaria, nada pudo cubrir, aunque sea un poco, el vacío de su corazón.