Experimento Pentagonal

Capítulo 18 -El oscuro futuro-

Tras llegar a la puerta con suma dificultad por la situación de Noventa, apagaron nuestros relojes con el tiempo de treinta minutos con cinco, sobrando por mucho. La experiencia había sido amena, aunque esa intuición de que estaba algo malo por venir seguía brotando en la mente de todos.

Esperamos hasta que dieran nuevas instrucciones porque entraba cierto miedo desobedecer hasta tal punto el experimento, debido a que le tomaron mucha importancia desde el inicio los de CCE a los exámenes y ahorita ni siquiera sabíamos que nos faltaba por hacer. Sonaron las bocinas con una especie de música de ascensor un poco extraña.

—Tengo mucho miedo. —expresó con terror Noventa tapando sus oídos.

—Tranquila, estaremos bien. Solamente están avisando que en pocos minutos, vamos a pasar a la siguiente actividad—le comento mientras sujetaba su mano para que sintiera apoyo.

—Siento desesperación que le pongan tanta atención a Noventa, déjenla en paz por un segundo. Concentrarse es lo mejor que pueden hacer ahorita. —Tres explotó contra todos, alejándose del grupo.

Nadie quiso replicar nada, siempre tenía ataques compulsivos y mejor le dimos por su lado. Nuestra compañera necesitaba ayuda hasta que se pudiera adaptar a su nueva vida. Realmente no logra entender la importancia de perder un sentido tan importante como es la vista.

Suena un pitido estrujante para nuestros oídos.

—Hola nuevamente a todos. Me alegra bastante que pudieran concretar con excelencia la primera fase del examen. Estuvieron excelentes, terminaron aún así antes de media hora teniendo un inconveniente con una paciente, los felicito. Ahora es momento de irnos calentando con la segunda prueba y que mejor explicando con detalles de lo que va a tratar. Como saben, son cinco personas en este campo con distintos dotes agudizados, por lo que van a necesitar cada sentido en todo su esplendor para que puedan terminar la segunda fase. Al momento de que les abramos la puerta, habrá un pasillo con cinco de éstas, para identificar cuál es la suya es ver con simpleza el dibujo como el de sus habitaciones. Se van a posicionar ahí hasta que les abramos las puertas, después tendrán que introducirse en una especie de cuarto con azulejos y oh sorpresa, habrá agua. Fue una referencia al hermoso río que divisaron al terminar la fase uno. Para cada sentido, vendrán diferentes pistas que tendrán que resolver. Con su comunicación podrán salir de ahí. Sin embargo, el tiempo les puede hacer una mala jugada porque ahora tendrán cinco horas para poder completarlo. El inicio simplemente fue para conocerse y generar supervivencia en la prueba. Deben ser hábiles porque sus vidas y reputaciones dependen de ello. El tiempo comienza a correr cuando alguien abra la puerta de su sentido. Saludos y buen día.

Los cinco teníamos pavor, a este punto del experimento separarnos no era lo mejor para todos. Aparte que uno de nosotros necesitaba el doble de ayuda. Iniciaba a darnos cierto miedo esta prueba, ya no parece tan segura como cuando lo plantearon la primera vez. Lástima que ya tenían nuestra autorización por cualquier cosa que pasase con cada paciente.

Bebimos y comimos por última vez juntos. Luego pasamos la puerta. Una corriente eléctrica pasó por mi sistema nervioso y la adrenalina se sumergía en mis venas. Era una sala enorme oscura y arriba se posicionaba un tragaluz, su forma era pentagonal, donde cada pico representa un sentido, por ende cada paciente. La altura de la habitación daba desconfianza, parecía imposible su construcción. Ni siquiera las iglesias más grandes se comparaban con esto. Nos dimos por última vez un abrazo grupal y cada uno fue poniéndose en su respectivo dibujo. Ayudamos a Noventa para que estuviera en su lugar.

Una canción instrumental sonó de fondo, supongo que era su manera de relajarnos, aunque eso lo estaba empeorando. Apreté el puño con mucha fuerza, no entiendo porqué había tomado la decisión de meterme algo así.

Ahora mi pasado estaba afectando mi futuro. Es momento que mi presente solucione lo que ocasionó en el pasado para poder despejar el futuro.