Hasta que pueda verte.© EN EDICIÓN

Un año antes.

Las gotas de lluvia caen de poca a poco en el auto.

Podía escuchar la radio con algunas noticias y es que ya pasaban de las tres de la mañana.

Sabía que en unas horas tendría un gran regaño por parte de mis padres, pero era la fiesta para comenzar un nuevo año escolar y nuestro último igual.

Había alcohol por todos lados, y preferí no tomar nada, ya que el lugar era a un hora de mi casa y era mejor evitar problemas, además podía pasarla genial sin siquiera tomar algo.

Podías ver todas las ocurrencias y locuras que tus amigos, como también cuidarlos por si pasaba algo, ya que en fiestas anteriores inundaron una casa y en otra entraron a una casa del vecino.

No la dejaron pasar y terminaron varios amigos incluyendo a Liam en la cárcel por mínimo seis horas.

Y esta ocasión no fue la excepción, había llevado a varios a sus casas para que no manejarán ebrios y que en la mañana yo pudiera traerlos a recojer sus autos.

Para el final habia dejado a Margaret había pasado la hora límite de mis padres, pero prefería el castigo a que mi novia estuviera haciendo berrinches todo el día por no llevarla a su casa.

Y es que era muy caprichosa con todo, ya que sus padres eran socios de los míos y casi quería que nos casarnos apenas terminaramos la escuela, cosa que desde que dije no, todo se comenzó a complicar.

Margaret quería una familia pero yo no, y es algo que entre parejas tenemos que reconocer.Escucho mi teléfono sonar en el asiento, y era una llamada de Luke, lo tome para responder y así ponerlo en altavoz.

–¿Ya voy para la casa?.-dije mientras giraba en una curva.-Te debo una.

–Es la última vez que te cubro.-Escucho a mi hermano enojado.-¿Por donde vienes?

–Voy por...

Y es ahí donde en cuestión de minutos tu vida pasa por tus ojos, todos los momentos felices y también los tristes.

Esas pequeñas fotos que tu cerebro guarda y que cuando recuerdas comienzan las pequeñas descargas de felicidad.

Sentí un fuerte golpe haciendo que el auto saliera del carril hasta un barranco para que todo fuera oscuridad total.

Al abrir los ojos pude oler muchos medicamentos y cloro. Podía escuchar muy fuerte las máquinas. Y todo comenzó a ser más confuso.

–Mamá.

–Hijo aquí estoy.-sentía sus manos heladas cuando tomó una de las mías.-Estaras bien mi amor.

La cabeza me dolía mucho, y al intentar tocarla otra mano me freno.

–Es mejor que dejes eso, el doctor vendrá enseguida.-La voz de mi papá me hizo girar a dónde la había escuchado.

Escucho los pasos y un pequeño toque en la puerta.

–Veo que ya despertaste.-dijo una voz que nunca había escuchado en mi vida.- Soy el Doctor Estrada, ¿Como te sientes?

–Aturdido.-le respondí.-Hasta cuando me quitaran la venda, es incomodo traerla en los ojos.

No se escuchaba nada más que las máquinas y a las enfermeras hablar fuera de la habitación.

–¿Doctor?

Escucho como mi madre comienza a llorar mientras que mi padre ataca de preguntas al doctor.

Con todo eso sabía que había perdido la vista.

Este es el primero de esta bonita novela.

Las actualizaciones serán todos los sábados, ya que comencé con mis últimos meses de universidad y ya sabrán lo latoso que es el comenzar a hacer la tesis.

Se corregirá apenas se termine de publicar.

Espero que le den una oportunidad como lo hicieron con las demás.

Sin más los leo después.

Bye
🦋