older. (aegon ii targaryen)

10; LAS SOÑADORAS

AVISO DE CAMBIO

El inicio de este capitulo a sido cambiado<3

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LAS SOÑADORAS

Daenerys quería estrellar su cabeza contra la pared. ¿Cómo podía su abuelo confiar en alguien como Otto Hightower? Esa era la primera vez veía al hombre en persona, pero verlo en sus sueños fue más que suficiente para que lo odiara con toda su alma. Lo peor era que al parecer Lyonel Strong había muerto durante los dos años que no estuvo y Harwin Strong tuvo que regresar a Harrenhal para ocupar su lugar de nacimiento. Todo su esfuerzo había sido en vano. Sin duda ese era el castigo de los dioses por haberse tomado unas vacaciones.

¿Cómo su abuelo pudo mandar a llamar a ese hombre y no a su hijo?

A veces Daenerys se olvidaba de Daeron, pero nadie podía culparla por eso cuando todos también parecían olvidarse del niño. Todos menos la Reina que seguía molesta por haber tenido que enviar a su hijo lejos cuando apenas era un bebé.

—¿Daeron también va a regresar?—preguntó con "inocencia".

Todos se tensaron y miraron al Rey en espera de una respuesta.

—Daeron aún está estudiando en Oldtown, princesa—respondió Otto.

Suelta el cuchillo, Daenerys, no puedes cometer asesinato...aún.

—Pero si usted está aquí entonces él también puede regresar—presionó sonriendo con falsa amabilidad.

—Mi hija tiene razón, padre—Rhaenyra intervino mirando a Alicent que suspiro con alivio—, quizás es mejor que Daeron regrese.

Daenerys sonrió en victoria y agarró su copa de jugo, que bien se sentía que los demás la apoyaran.

Continuaron la comida con tranquilidad y al terminar Daenerys se dispuso a entregar los regalos que llevó para ese lado de la familia. Le regalo más libros a Aemond y una daga, a su abuelo le regaló una figura para su edificación de Valyria, para Alicent y Helaena sacó tres vestidos rojos para cada una y se aseguró de restregárselos en la cara a Otto. Le había costado demasiado hacer que ellos dejaran de vestirse de verde. A su tía y abuela también les regalo broches para el cabello hechos con zafiros, el de Helaena tenía la forma de una oruga y el de Alicent de una flor, ambos hechos de plata. Al último que le entregó fue a Aegon que esperaba con paciencia casi nula su turno.

—Para Aegon—sacó un cofre pequeño y se acercó a él—, espero te guste.

Aegon abrió el cofre dejando ver una cadena de oro y un anillo, el anillo tenía forma de dragón y una piedra negra descansaba en medio haciendo juego con la que tenía el collar que él le había regalado por su compromiso. Daenerys dejó que él revisará su regalo y se acercó al guardia de los Velaryon que estaba presente, el hombre extendió una espada y ella la agarró con una sonrisa de agradecimiento.

—Esto también es para ti—se volvió a acercar a Aegon—, la gané en una apuesta con unos comerciantes en Lys, quiero que la tengas.

—¿Acero valyrio?—preguntó Aegon fascinado cuando la agarró, su mano cerrándose en la empuñadura.

—Serás Rey Consorte algún día, debes tener las mejores armas de los siete reinos—declaró ella mirando a Otto que pareció molestarse por sus palabras—¿Te gusta?

El sonido del metal siendo desenfundado se escuchó y la hoja de acero valyrio brillo bajo la luz, Aegon no pudo evitar sonreír pasando su otra mano por la hoja. Nunca había sido tan dedicado en sus entrenamientos como su hermano, pero definitivamente lo sería de ahora en adelante.