older. (aegon ii targaryen)

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FAMILIA SOBRE TODO

Daemon encontró a Rhaenyra, una vez más, en la habitación de Daenerys. La peliblanca estaba sentada en una silla frente al balcón sosteniendo la carta y una manta de bebé que en algún momento perteneció a su hija, y que ahora pertenecía a Rhaella. Con pasos suaves el príncipe avanzó hasta la mujer y se sentó en la silla frente a ella, pero Rhaenyra no levantó la cabeza para verlo, siguió acariciando la manta con una mirada distante.

—¿Qué dice la carta?

Rhaenyra levantó la cabeza para verlo, él no pasó por alto como ella intentaba ocultar la carta con la manta.

—No puedo decirlo—le susurró ella suspirando—, escribió la carta para mi y para Laenor.

—Soy su padre, Nyra, estoy preocupado por ella.

—La primera palabra que Dany dijo fue papá—ella sonrió con lágrimas en los ojos—, después de eso solo lloraba llamando por su padre, todo el tiempo—la primera lágrima se le escapó—. Laenor era el único que lograba calmar sus pesadillas, esos dos...el vínculo que tienen es más fuerte que cualquier otro.

Los recuerdos de Laenor lanzando a Daenerys por los aires llegaron a ella y un sollozo se le escapó, quería a su hija con ella. Necesitaba que Laenor regresará.

—Nyra...

—Laenor es el padre de Daenerys, Daemon, nadie más—ella lo miró—. Ella siempre supo que tu eras su padre, pero escogió a Laenor, para ella no habrá nadie más que él.

—Lo sé—Daemon se recostó en la silla—, pero no puedo evitarlo, quiero protegerla.

—¿Crees que eso no es lo que yo quiero? Cuando Laenor regrese...

La puerta de la habitación se abrió interrumpiéndolos y Jacaerys apareció con una enorme sonrisa.

—Se acerca la flota de los Velaryon, Seasmoke viene con ellos—anunció con emoción.

Rhaenyra se levantó tan rápido como su abultado vientre se lo permitió y Daemon siguió su ejemplo. Los tres salieron de la habitación y fueron a la sala principal donde ya estaban Lucerys, Joffrey, Aegon, y Viserys. Como madre debería haberlos regañado, pero al ver sus rostros llenos de emoción y esperanza de ver a su padre otra vez la detuvo. Desde que habían recibido las noticias ninguno de ellos había estado muy feliz sabiendo que no podrían ver a su hermana por un tiempo, verlos felices le derretía el corazón.

Sir Erryk fue quién entró a la habitación anunciando la llegada de Laenor, llamándolo el Consorte Real. Laenor apareció vestido con ropa ligera y el cabello recogido en un moño, el primero de sus hijos en gritar y correr hacia él fue Joffrey que se abrazó a sus piernas llorando. En cuestión de segundos Laenor se vio rodeado de sus hijos que lloraban y llamaban por él con desesperación, sobre todo Aegon y Viserys que intentaban escalar por sus piernas para que los cargará.

—Niños, tengan cuidado con su padre, recuerden que está herido—les recordó Rhaenyra.

—Está bien—Laenor besó la cabeza de Lucerys—¿Por qué no van a ver a su abuelo y dejan que hable con su madre?

Hubo un silencio, ninguno de los niños se movió, todos aún abrazando a Laenor.

—Los dejaré dormir conmigo esta noche—ofreció el mayor.

—¡Abuelo!—Joffrey gritó soltando a su padre, corriendo hacia la puerta.

—¡Joff, espera!—Jacaerys cargó a Viserys y siguió a su hermano.