older. (aegon ii targaryen)

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HERENCIA

Daenerys odiaba a Otto Hightower con toda su alma, el hombre la ponía de un humor que ni Aegon podía cambiar. Gracias al hombre su relación con Aemond se había vuelto más tensa, tanto que no se habían hablado desde la celebración del primer año de vida de las gemelas y esa vez tuvieron una discusión tan fuerte que palabras hirientes volaron entre ellos. Aemond la llamó una bastarda y ella le gritó que era un Kinslayer, Aegon había tenido que sacarla a rastras de la habitación para que no matará a Aemond. Después de eso el mismo Aegon discutió con su hermano y ellos tampoco se hablaban. Helaena tampoco iba a la Fortaleza por lo mismo, sobre todo después de dar a luz a su hijo, Jaehaerys, pues no quería que se viera influenciado por la tensión.

Otra cosa que tenía a Daenerys tensa eran la guerra en los Peldaños de Piedra y sus constantes sueños con la coronación de Aegon. Por las noches apenas podía dormir, siempre despertaba exaltada con Aegon diciéndole que había estado gritando, pero ella nunca recordaba lo que soñaba. Volar con Grey Ghost se había vuelto su única forma de alivio, y estar con sus hijos era lo único que la calmaba. Por suerte su padre había ido de visita a Dragonstone hace dos meses y Jacaerys le envió una carta para decirle que todo estaba en orden, pero ella no había podido ir a verlo. Extrañaba mucho a su padre.

—Mamá—Rhaegar la llamó tirando de su vestido—, abuela. —el niño señaló a su derecha.

Daenerys llevó su mirada hacia dónde su hijo señalaba y vio a su abuela Rhaenys caminando hacia ella con Baela siguiéndola de cerca. ¿Desde cuándo habían llegado?

—Abuela—intentó levantarse.

—No te levantes, cariño—Rhaenys la obligó a quedarse sentada.

—¡Tía Baela!—Laenor lanzó sus juguetes a un lado para correr hasta su tía.

—Mi niño precioso—Baela se agachó para recibirlo en un abrazo—, que grande estás.

—Abuela, es bueno verte—Daenerys sonrió viendo a su abuela—¿Cuándo llegaron?

—Acabamos de llegar—Rhaenys se acercó a ella y le besó la cabeza—¿Dónde está Saera?—preguntó al ver que era la única que faltaba.

—Está con Aegon—Vaelys estiró su mano hacia su abuela—, deberían estar hablando con la Reina.

Rhaenys se sentó en la silla vacía a su lado y tomó a Rhaegar para sentarlo en sus piernas. Baela se acercó a ellas con Rhaella en brazos y Laenor agarrado de la mano, las hermanas se saludaron con besos en la mejilla.

—Supongo que aún no te han dicho—Rhaenys comenzó—, Vaemond hizo una petición a la corte para cambiar la sucesión de Driftmark.

—¿Qué?—Daenerys la miró confundida. —Papá es el heredero y...—Rhaenys y Baela compartieron una mirada—¿Por qué Vaemond pediría cambiar la sucesión?

—Llevaré a los niños a dar un paseo—Baela dejó a Rhaella en el suelo y tomó a Vaelys de los brazos de su madre.

Daenerys no apartó la mirada de su abuela que apenas los niños estaban fuera de vista se giró para mirarla tomando su mano sobre la mesa que las separaba.

—Dany, hace unos días llegó un mensaje de los Peldaños de Piedra—comenzó con la voz baja—. Corlys y Laenor fueron heridos de gravedad.

—No—alejó las manos de su abuela y se levantó—, no es posible...si algo hubiese pasado yo lo hubiera visto...

Los sueños que no recordaba.

—Daenerys, cariño.

—¿Por qué no me dijeron?—lágrimas comenzaron a mojar sus mejillas—¿Pensaban ocultarlo hasta que mi padre muriera?