JŪ KYU

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⚠️Capítulo no apto para todos los públicos⚠️

Era pasada la media noche y Kakashi llevaba cerca de cuatro horas fuera de Konoha, lejos de su Obito

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Era pasada la media noche y Kakashi llevaba cerca de cuatro horas fuera de Konoha, lejos de su Obito.

Pero algo iba mal, podía sentirlo.

Su animal gimoteó ante el recuerdo del Omega en la cocina, preparando un bentō gigante que le duraría toda la misión. Había hecho un desastre quemando parte de la comida y rompiendo algunas cosas y se había largado a llorar, llamándose inútil y torpe a sí mismo. Kakashi había intervenido de inmediato, no le gustaba ver a Obito llorar, lo llenaba de angustia.

La misma angustia que estaba sintiendo en esos momentos.

Kakashi todavía tenía que llegar al punto de encuentro, por lo que la misión no había empezado, y en esos momentos no le resultaba algo importante. Una clase C con una recompensa normal, no recordaba porqué la había aceptado en primer lugar.

"Ah, cierto, la pobreza"

Suspiró deteniéndose en la rama de un árbol y observó a su alrededor con indecisión.

—A la mierda —murmuró antes de girar sobre sus talones —. Que sea una falsa alarma, por favor.

Kakashi puso rumbo a la aldea a su máxima velocidad.

"A este ritmo y si mis cálculos no fallan, llegaré a la aldea en-

Su hilo de pensamientos se cortó cuando un proyectil fue lanzado hacia él, Kakashi agachó la cabeza y el protector de su frente repelió el cuchillo dirigido a su ojo derecho.

Había hecho bien en preocuparse.

°•.°•.°•.°•.

Obito recuperó la conciencia lentamente, la cabeza le dio vueltas cuando abrió los ojos y todo lo que logró ver fue oscuridad.

Le habían cubierto los ojos.

Intentó mover sus manos para retirarlo, pero estaban atadas tras él y su ceño se frunció cuando rozó la piel desnuda de su espalda. Reparó entonces en que sus piernas estaban en contacto directo con el suelo.

Estaba desnudo.

Obito trató de activar su Mangekyou para teletransportarse a la dimensión de Kamui, sin éxito. Sudor frío le recorrió la columna al comprender la situación en la que se hallaba.

Lo que cubría sus ojos no era un vendaje corriente, sino uno especial que suprimía sus jutsus oculares. La pesadilla de cualquier Uchiha.

"Jodidamente perfecto" Obito gruñó bajo en su garganta.

Trató de levantarse, controlando el pánico que lentamente inundaba su cuerpo, pero resultó que sus piernas también estaban atadas y lo único que consiguió fue caer sobre su espalda con un fuerte estruendo.

El amor con colmillos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora