NI JŪ

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⚠️El siguiente capítulo contiene escenas de sexo explícito⚠️

Disfrutad la lectura (⁠ ⁠ꈍ⁠ᴗ⁠ꈍ⁠)

Obito cerró la puerta de entrada sin cuidado, gruñendo mientras se desprendía de su ropa de camino al baño

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Obito cerró la puerta de entrada sin cuidado, gruñendo mientras se desprendía de su ropa de camino al baño.

La puerta volvió a abrirse, Kakashi la cerró con un suspiro cansado.

El Omega cerró de un portazo la puerta del baño, Kakashi arrastró sus dedos entre las hebras plateadas y un nuevo suspiro salió de sus labios. No tardó en escuchar como la bañera empezaba a llenarse de agua caliente.

Obito abrió y cerró cajones con brusquedad, buscando sus necesarias sales de baño, hasta que las encontró y su reflejo iracundo le devolvió la mirada, escarlata.

Se detuvo, respiró pausadamente una, dos y hasta tres veces, pero su enojo no desapareció, incluso su animal se encontraba gruñendo en sus adentros. Su mirada voló a su vientre, plano, sin cambios, y gran parte de su mal humor desapareció casi por arte de magia. Acarició la piel pálida a la par que tarareaba suavemente a su bebé.

A veces le resultaba mentira que allí creciera una criatura, que se desarrollara lentamente en sus adentros. No podía esperar a ver su carita, sus ojos, su nariz...

Sus ojos se llenaron de lágrimas y resopló mirando el techo.

—Malditas hormonas —lloriqueó, echando las dichosas sales de baño en el agua.

Tomó asiento en un taburete y lavó su cuerpo y cabello algo más tranquilo, observando como el agua teñida de rosa llenaba lentamente la bañera.

Una vez todo estuvo listo el Omega se sumergió en el agua caliente, cómodo y cálido. Jugueteó con las sales y se tensó al divisar un movimiento en la puerta. Una muda de ropa fue depositada con cuidado en el suelo. El Uchiha se mordió el labio inferior con remordimiento y la puerta se cerró.

Demasiadas cosas habían ocurrido en los últimos tres meses.

En primer lugar, Obito fue expulsado del clan después de que su Alfa pusiera fin a la vida de Jun. Fue la única forma que los ancianos del consejo encontraron para castigar a Kakashi, ver a su Omega destrozado por la expulsión le rompería el corazón. Pero para su sorpresa —o decepción, a Obito no le importaba— el joven no pudo más que sonreír al escuchar su sentencia. Sí, era triste dejar atrás a su familia, pero la felicidad no lo abandonaría tan fácilmente.

Sin siquiera saberlo, le habían otorgado su anhelada libertad.

Por otro lado, Naruto había empezado a asistir a la academia ninja, pidiéndoles que lo ayudaran a entrenar con shuriken y kunais.

Claramente, con dos jounins como rivales, a Naruto todavía le quedaba un largo camino que recorrer.

Y desde la noticia de su embarazo... Kakashi no había vuelto a tocarlo.

El amor con colmillos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora