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La concha de la lora.

La concha de la lora

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—¿Yo? No, bueno...No importa. — hablo rápido con una nerviosa risa de por medio. —Me llevo esto para arreglarlo y vuelvo más tarde. — se excusó tomando la pelota completamente sin aire del suelo, y salió corriendo de allí.

Incluso supo que quizás se habría visto algo cómico por la manera en la que su amigo español se carcajeaba.

—Oh sí, no soy tan idiota para arriesgar mi vida.

—Y bueno, pero...¡El polaco se puso en cuero, mira!— señaló a una parte del campus, logrando qué al instante el sevillano le siguiera con la mirada.

—¡Me mentiste!— exclamó indignado ante las risas ajenas.

—Te la devolví, que es distinto. —  respondió golpeando con suavidad el hombro del más bajo, y a su vez, le extendía la pelota desinflada. —Mirá la gravedad del asunto.

—Aquí no, tío. ¿Quieres que algún soplón le cuente, acaso?

—¿Y dónde sugerís, gallego?— preguntó rodeando los hombros ajenos con intención de caminar a donde su antiguo guía le dijera.

—Solo sígueme.

Pero a lo lejos, ajeno al plan que el dúo tenía, cierto castaño observaba confundido la cercanía de los menores. No entendía su molestia ante la confianza que el nuevo alumno tenía sobre el hiperactivo sevillano que tanto brillo le daba.

—¡Kapitan!— llamó uno de sus compañeros, y aquello hizo que su concentración desapareciera. —¿Qué miras tanto, Rob?

—¿Mirar...?— preguntó para sí mismo, pero luego observó con sus relucientes ojos celestes y recordó que estaba en medio de una clase. —No, nada. Solo estaba recordando algo, Sergio.

el castaño alzó una ceja incrédulo por la respuesta, pero prefirió no darle importancia. —Bien, entonces vamos a entrenar. Falta poco para el partido y el entrenador está buscándote.

Robert miró una vez más por dónde el español se había ido, y no sabía porque le causaba molestia saber que probablemente se saltearían clases para estar juntos.
Al final, decidió simplemente olvidar la situación y volver a la realidad.
Luego tendría tiempo para ello.

 Luego tendría tiempo para ello

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POLOS OPUESTOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora