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Repitanme lo que dijeron, pedazo de giles.

—¿Nosotros?— preguntó Enzo señalando a su compañero y él

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—¿Nosotros?— preguntó Enzo señalando a su compañero y él. —Que eso no se te iba a hacer problema a vos, capo.

—Si estás muy guapo, Lean. Quizás con un corte y perfume quedas listo para Paulo. — siguió Pablo mostrándole una sonrisa nerviosa para intentar remediar sus palabras.

—¿No te ves por el vidrio del Fernet? Sos un potro. — habló una vez más el porteño, decidiendo callarse cuando observó una sutil mirada del mayor.

—Mejor así. — respondió al fin Paredes, mientras se encargaba de atender a otros clientes que pedían simples tragos.

—Entonces. — comenzó Enzo sacando el papel de su bolsillo. —Es re carnívoro, le gusta el asado, hamburguesa, choripan, y también pizza. Le gusta el reguetón, cuarteto; el potro en especial, pero también la música lenta cómo los discos de Frankie Valli e incluso de Elvis.

—Esa es su lista de canciones que le gustan, por si quieres aprenderte alguna y cantarsela. — bromeó el español extendiendole aquel papel.

—Entonces...— dio una pausa. —¿Compro pizza, libros de Stephen King, y escucho música de viejos de setenta años?

—Ojo con Elvis, boludito. Los turritos cómo yo tenemos cultura.

—¿Qué dijiste?— inquirió amenazador el tatuado.

—Ha dicho que si alguna vez fuiste al club que está a unas calles de aquí. — interrumpió el mejor del trío. —Allí tocará mañana la banda preferida de él.

—Capaz fui una o dos veces con Rodri y Cuti. — susurró encogiéndose de hombros. —¿Ustedes quieren que se me caigan las orejas?

—Y no, boludo.

—Claro que sí, sufre por una noche. — respondieron ambos al unisono con palabras completamente diferentes.

—No puedo igual, mañana trabajo. — recordó girándose una vez más para tomar un par de bebidas y preparar el trago que se le fue asignado.

—¡Tú debes ir allí, capullo!

—Un enano no me va a decir que tengo que hacer. — dijo Leandro con una ladina sonrisa en su rostro. —Perdoname, pero van a tener que probar con algo más.

Aunque quizás la furtiva mirada que le dedicaba el español, indicaba todo lo contrario.

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POLOS OPUESTOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora