²⁵

825 90 21
                                    

Dejando a Leandro completamente solo. 

No sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado desde ese fin de semana lleno de emociones, solo era consciente de que no toda la vida podría huir del bostero, y en algún momento debería hacerle frente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado desde ese fin de semana lleno de emociones, solo era consciente de que no toda la vida podría huir del bostero, y en algún momento debería hacerle frente.

O eso le aconsejaba su hermanastro.

—Entonces ya te digo, lo vieron re solo como un perro y cuando le preguntaron, no dijo nada...¡Nada! ¿Entendé'? Lo dejaste mudo. — informaba Álvarez moviendo sus manos para dramatizar más la situación. Pero Paulo, quien estaba sentado en la cómoda hamaca que tenían en el jardín, se mantenía en silencio.

—A pesar que lo amo como un hijo de puta, no es tan fácil. Realmente le confié cosas importantísimas para mí, y enterarme de un modo tan feo que fui un daño colateral enserio me hizo mierda.

—Mira, joya. Para mí, lo tene' que encarar. — detrás del cordobés más joven, apareció Fernández sonriente. —En parte, vos tampoco sabes porque lo hizo, y si él te conoce desde que eran unos pendejos, ni en pedo querría haberte lastimado. — opinó el hincha de river, llevándose una insegura mirada por parte del de ojos claros, cómo si de verdad estuviese pensando en esa posibilidad.

—Ahora nosotros nos vamos igual, pau. — dijo Julián tomando discretamente la cintura de su novio. —Si querés, podés venir. Total, te despejas un poco tomando mate y jugando al truco con nosotros.

Sin embargo, el anterior nombrado negó con una minúscula sonrisa formándose en su rostro; Dybala jugaba con el lápiz entre los dedos observando con melancolía a la joven pareja.

—Dejá, me quedo acá en depresión hasta que venga Terminator a decirme "ven conmigo si quieres vivir". — bromeó el de piel bronceada ganándose una pequeña carcajada por el tatuado ante la referencia. —Dale, vayan.

Los menores se despidieron entre risas por la insistencia del cordobés, pero cuando este finalmente estuvo solo, se permitió ver lo que había dibujado durante la mañana.
¿Era buen dibujante? No tanto, pero era obvio que todos sus dibujos eran metáforas de situaciones que vivió con el chico de ojos cielo.

Sentía que sucedían tantas cosas en su vida, ¡Y en tan poco tiempo!
Encontró el amor aunque haya sido lo que más esquivó durante su adolescencia, tiene la oportunidad de poder desarrollarse cómo futbolista profesional, pero tiene un muro que lo separa de ello, y en parte, lo único que podía alegrarle, era que su tímido hermano consiguiera el complemento que necesitaba durante esta etapa.

—¿Tantas veces vas a suspirar?

Escuchó la voz proveniente de su padre, quién en silencio se sentó junto a él, observándolo con atención.

Y es que sí, seguramente tiene razón. 

—Y bueno, pa. A todos en algún momento nos toca sufrir aunque no queramos, ¿Sabes?— se justificó el menor, oyendo la ligera risa en su familiar.

POLOS OPUESTOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora