Eres una chica normal, le va bien en la vida, tienes amigos, todo en si está bien contigo. Aunque no todo era perfecto, tenías una vida placentera.
Un chico el cual era misterioso y con una madre sobreprotectora por alguna razón, no iba a la escuela...
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¿Asco? Sí, quizás lo era, pero parecía más confusión. No quería volver a tener un contacto tan cercano como ese, su arrepentimiento había durado al rededor de dos días.
Se encontraba en su regadera la cual seguía abierta derramando líquido. Las gotas de agua se escurrían por su cuerpo desnudo. Él esperaba que aquella suciedad de su cuerpo se limpiará, esos brazos lo habían infectado.
No quería volver a sentir ningún toque que no fuera el tuyo, ojalá pronto pueda él sentir tus abrazos, reemplazando su sensación de asco por una la cual disfrutará él mismo.
- Kuni, ya te tardaste en el baño ¿estás bien? - habló su madre preocupada, la cual dió algunos toques a la puerta del baño.
- Sí, de hecho ya acabe.- grito el chico desde adentro.
- Bien, apúrate para que llegues temprano.
La madre salió del cuarto del hijo, pues el baño estaba conectado a éste. El chico cerro la llave y antes de salir agarró una toalla y secó su cabello a igual que su cuerpo, para al final ponérsela alrededor de su cintura.
Salió del baño y se preparó para poder ir a la escuela está mañana, después de todo tú en unos minutos deberías aparecer fuera de su puerta.
Cuando salió de su casa espero que estuvieras afuera con tu característica bienvenida. Pero nada, esta vez nadie estaba esperándolo, pensó simplemente que se te había hecho tarde y siguió su camino él sólo.
Al llegar al salón, entró, ahí estabas tú.
- _____, buenos días.
- Kuni, buenos días.- le dedicas una gentil sonrisa.
Fue a lado tuyo para dejar sus cosas en su asiento, tenía ganas él de poder contarte muchas cosas y que tú hicieras lo mismo, tenía ganas de saber más de ti, saber más de lo que él ya sabía.
- _____, ¿cómo te ha ido?
- Humm...supongo que bien.
Pudo notar ojeras en ti, las cuales al parecer eran recientes. Lo supone, te quedaste dormiste tarde, según él y tus horarios tú llegabas a dormir tarde pero no tanto.
- ¿Bien? Siempre dices eso, ¿no hay algo nuevo?
- ¿Algo nuevo? Creo que no.
- Mmm...
Lo miraste, tú mirada parecía nerviosa. Él podía sentir que algo ocultabas, de alguna forma lo sospechaba. ¿Acaso ya sabías algo sobre Ayato? No...había sido muy cuidadoso con no dejar ninguna pista. ¿Acaso fue el mismo Dottore quién lo había delatado? Tampoco había algún rastro en que él hubiera sido.
Mientras tanto, tú tenías que seguir tu camino hacia Xiao y Kazuha, habían dicho que se reunirían temprano. Tenías que hacer algo aún.
- Kunikuzushi no es por nada, pero tengo que irme, te veo en clases más tarde.
