Mario había estado mirando con ternura esa escena entre su hermano y el pequeño, realmente se notaba que se tenian aprecio.
- ¡Papa Luigi, mira! ¡Tengo un nuevo libro!-. Exclamó el pequeño corriendo hacia los estantes para subirse a la cama y tratar de alcanzar el libro, pero resbalando en el intento. Rápidamente Luigi reaccionó a tirarse para suavizar la caida de Junior, Mario entró para ayudar a su hermano junto al pequeño.
- ¿Estás bien Junior? ¿No te lastimaste?-. Preguntaba el de verde, el pequeño estaba por responder cuando los libros estaban por caer encima de ambos, de no ser por Mario que atrapó la gran mayoría de ellos y dejandolos sobre la cama, para ahora sí acercarse a los menores.
-¿Estan bien? Eso estuvo peligroso -. Decía el de rojo ayudándole a su hermano para levantarse.
- Estoy bien ¿Junior, estas bien?-. Preguntó Luigi mirando al pequeño que seguía en sus brazos.
- !Genial¡ ¡Papa Luigi te aventaste super rápido a salvarme! ¡Y Mario agarró los libros con un sólo salto!-. Exclamaba el pequeño alegre de poder haber visto eso, a lo que los mayores solo sonrieron.
- Debes tener cuidado al bajar cosas de los estantes, para eso te compramos el banquito ¿Recuerdas?-. Le dijo Luigi acercándose a los libros que ahora estaban en la cama.
- Sí papa Luigi, lo siento, no lo pensé-. Dijo el pequeño avergonzado por su caida, a lo que Mario rió levemente para acercarse y sonreírle
- Eres fuerte, niño. Cualquier otro de tu edad estaría llorando por el miedo, pero tú estas como si nada-. Le dijo Mario a Junior, quién le miró nuevamente feliz y orgulloso de si mismo.
- Eso es porque soy tan fuerte como mi papá, nada me asusta-. Habló el pequeño, haciendo reír al mayor.
- Bueno, yo se algunas cosas que asustan a tu padre-. Decía Mario mirando con burla hacia un lado, haciendo molestar a Luigi.
- Mario, no.
-¿A que cosa?-. Preguntó Junior con inocencia, a lo que Luigi miró enojado hacia su hermano.
- Ehm... - Mario miró como su hermano menor le miraba enojado y un tanto decepcionado, por lo que atinó a decir algo amable- Bueno asi como yo y la gran mayoría de adultos, debe tener miedo a perderlos a ustedes, a sus seres queridos-. Respondió Mario viendo como Luigi ahora le miraba extrañado, pero satisfecho.
- ¿Usted también le tiene miedo a eso?-. Preguntó el pequeño nuevamente, haciendo que Mario sonriera levemente.
- Sí, hace poco tuve ese miedo y fue tan grande que ni siquiera pude moverme, pero ahora estoy superando ese miedo.
- Entonces usted también es muy fuerte-. Dijo Junior mirando al de rojo, quien le miró un momento para luego sonreír y asentir.
- Supongo que lo soy.
- Junior, ¿Qué tal si le muestras al tío Mario como haces tus dibujos?-. Le dijo Luigi con tranquilidad al pequeño, quien sonrió alegre para sacar algunos lapices y un cuaderno donde solía dibujar.
Allí estuvieron un rato donde el pequeño dibujaba mientras hablaba sobre sus días o preguntaba cosas hacia los mayores, quienes respondían mientras dibujaban al lado. Cuando Junior comenzó a tener sueño, Luigi supo que era tiempo de dejarle hacer su siesta y se lo hizo saber a Mario.
- Creo que el principe ya tiene que dormir su siesta-. Dijo Luigi mirando como el pequeño bostezaba y entre cerraba los ojos.
- ¡No, estoy... Estoy bien-. Dijo Junior antes de bostezar otra vez, haciendo reir a ambos adultos.
- Yo también estoy algo cansado, fueron muchos dibujos ¿Te parece si seguimos otro día?-. Preguntó el de rojo, viendo como el niño comenzaba a cabecear.
- Esta bien, pero solo porque ya está... Cansado-. Dijo Junior levantando los brazos, dandole señal a Luigi de que lo levantara para cargarlo.
- Ven aquí pequeño artista, te avisaré cuándo estemos por cenar-. Le dijo Luigi levantando al pequeño y estaba por llevarselo a la cama, cuando el pequeño llamó al hermano mayor
- Tío Mario- pronunció el pequeño, llamando la atención del nombrado quien con ternura le miró - esto es para usted-. Dijo Junior dándole un dibujo y ahora sí siendo llevado hasta la cama, donde llegó ya dormido.
A Luigi ya se le era normal que el pequeño se quedara dormido en sus brazos, por alguna razón sus brazos eran relajantes para el pequeño y más de una vez Bowser lo había tenido que llamar para que hiciera dormir a Junior cuando este no quería y se resistía ante su padre.
Para él era algo normal, pero no para su hermano quién le veía sorprendido desde atrás.
- Nos vemos príncipe -. Le dijo Luigi antes de darle un beso en la frente del pequeño, quien sonrió para acomodarse en la cama.
- Wow, eso fue... Wow-. Dijo entre susurros Mario, a lo que Luigi le miró confundido sin comprender y el mayor solo le hizo una señal de que salieran de la habitación para hablar, cosa que Luigi comprendió y acompañó a su hermano a la salida de la habitación.
- Ahora tienes el visto bueno de Junior y Wendy, llevas dos, quedan 6 más.
- ¿En que momento te volviste un padre?-. Preguntó Mario llamando la atención de su hermano.
- ¿Perdona?
- Luigi, ellos te ven como su padre ¡hasta me dijo tío!
- ¿Eso... Te molesta?-. Preguntó Luigi.
- No, digo no me molesta que me digan así, es solo que... Siempre pensé que yo sería el primero en tener hijos, vaya, creo que realmente estoy viejo-. Dijo Mario sacando una risa de Luigi mientras caminaban por el pasillo
- Ay hermano, nunca pierdes tu humor extraño. Solo los menores me llaman papa Luigi porque estoy con Bowser, pero los más grandes me llaman Luigi sin más, excepto por Wendy, pero ella entiende que no soy oficialmente su padre
- Aún así sigues siendo como el padre de esos pequeños, Luigi. Ellos te ven como tal, lo vi en sus ojos, Junior te adora y no como un mayor o como un simple tío, de verdad te ve como su segundo padre.
- ¿A que quieres llegar con esto?
- Luigi, si en algún momento, que espero de verdad nunca pase, pero si en algún momento llegara a pasar que... Te separes con Bowser, ese pequeño también sufrirá tu perdida-. Explicó Mario, a lo que Luigi se detuvo molesto y Mario también se detuvo a mirarle.
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Eres Importante -Bowuigi
FanfictionCuándo algo malo ocurría, Luigi siempre acudía a su hermano y este solía ayudarle con su problema, pero desde que Mario empezó a fijarse más en la princesa, Luigi dejo de pedirle ayuda. Una sola noticia fue suficiente para saber que él ya no debía e...