Eres Importante -Bowuigi

16. Ahora eres tío

Cuando terminaron de hablar y tomar tecito con galletas, los llegados comenzaron a despedirse.

- Bueno, ya es hora de irnos, los niños deben estar despiertos esperando a que lleguemos y son igual de testarudos que su padre, si no regresamos a tiempo, nos dan el sermón de la vida-. Dijo Luigi haciendo reír tanto a su pareja como a su hermano.

- Algún día espero conocer a esos pequeños diablillos.

- Si quieres, puedes venir a visitarnos un día y te presentaré ante ellos ¿Parece bien Bowser?-. Preguntó el de verde mirando a su pareja, quien le sonrió para asentir y darle su respuesta con eso.

- Entonces me pasaré por allá uno de estos días, nos vemos hermanito. Cuídate mucho y recuerda que te quiero muchísimo -. Le dijo Mario despidiéndose con un abrazo de Luigi, quien rió.

- Yo también te quiero mucho, nos vemos en unos días. ¡Nos estaremos viendo peach! ¡Cuídalo por mi!-. Dijo Luigi viendo desde atrás a la mujer, recibiendo una sonrisa y una agitada de mano desde la lejanía. Bowser también se despidió un poco más formal, pero igual de amable que su pareja.

- Salió bastante bien-. Dijo Luigi cuando estaban volviendo al castillo.

- Sí, por lo menos estará más tranquilo con esto y tendremos varios tratados con Peach, habrán varios beneficios para el pueblo-. Explicaba feliz el rey koopa.

-¿Alguna desventaja?-. Preguntó Luigi, atrayendo la mirada sorprendida de Bowser.

- Bueno... Supongo que algunas, pero lo resolveremos -. Le respondió con una sonrisa al menor, quien también le sonrió para acercarse un poco y tomarle la mano.

- Si me dejas estar a tu lado para eso, lo haremos juntos-. Dijo Luigi, logrando que Bowser le mirara un momento para luego besarle sin importale que pudieran verlos y sorprendiendo al menor, quien se dejó llevar por el momento.

- Pronto te haré mi reina... Bueno rey, cono prefieras-. Le dijo el mayor sacando una risa de Luigi.

- Estaré encantado de serlo, pero vayamos despacio.

- Así será, cariño -. Fue lo último que dijo el rey koopa para comenzar a bajar hacia el castillo.

Así pasaron otros 7 días donde ambos se dedicaban a realizar sus trabajos en la mañana y en la tarde hasta la noche pasaban juntos, ya sea con los niños o solo ellos dos. De a poco se fueron uniendo más que antes, charlando de sus pasados y aprendiendo de sus presentes, cada uno con sus experiencias, pero juntos en el proceso de sanación.

Ya estaba por acabar la semana, ambos estaban por ir al jardín cuando les mandaron a dar aviso sobre la llegada de Mario y Peach, quien también venía con dos guardias y junto a Toadsworth. Eso solo significaba que se harían oficial los tratados de paz y de canales de comercio, por lo que Bowser les saludó con respeto, no así Luigi quien saludó de forma amigable a su hermano, y con respeto, pero igual de amistoso, a la princesa y por último con una sonrisa a los guardias junto a Toadsworrh, quien le miró con sorpresa al principio para luego sonreírle.

- Bienvenidos a todos, vengan por este lado por favor, Luigi si quieres tu y Mario pueden esperar con los niños-. Habló Bowser, mirando al nombrado quien le sonrió para asentir.

- Ven Mario, te presentaré a los chicos-. Dijo Luigi tirando del brazo de su hermano, quien solo reía para seguirle y así ambos hermanos dejaron a sus parejas.
Ambos caminaron por el pasillo donde estaban las habitaciones, al primero que llamaron fue a Larry sin recibir respuesta, luego a Junior, quien tampoco atendió y por último tocaron la puerta de Wendy, quién esta vez sí les abrió.

-¡Wendy, querida!-. Saludó Luigi abrazando a la chica, quien feliz hizo lo mismo.

- ¿Ocurre algo papa Luigi?-. Preguntó la niña, llamando la atención del que estaba atrás.

-¿Papa Luigi?-. Se escuchó a Mario.

- Oh sí, así me dicen. Wendy les vengo a presentar a mi hermano, ya lo conocen, pero esta vez lo presentaré como amigo y aliado ¿Dónde estan tus hermanos?-. Preguntó Luigi luego de explicar.

- Oh, creo que estarían en la habitación de juegos ¿Quieren pasar un rato?

- ¡Claro! Si no te molesta, estaremos felices de entrar ¿Ya abriste el nuevo set de pinta uñas?-. Preguntó Luigi mientras entraba a la habitación de la chica junto a Mario, quien miraba todo el lugar y se asombraba por lo bien decorado.

- ¡Sí! ¿Quieres probarlo? Son colores claros pastel, muy lindos.

- ¡Me encantaría! Pero...-. Luigi miró un momqento a Mario, como si buscara su aceptación ante eso y el mayor se dió cuenta de eso.

- Por mi está bien, sabes que no tengo problemas con esas cosas-. Respondió Mario mirando como la chica ahora sonreía y les invitaba a sentarse en su alfombra

Estuvieron unos minutos con Wendy, quien mientras les pintaba las uñas, les preguntaba por cosas triviales y algunas para conocerlos, más a Mario que Luigi. Cuando terminó con la última mano del menor, revisó por última vez la mano de ambos chicos y sintiendose orgullosa de su trabajo, sonrió.

- Listo, están terminadas.

- Quedaron muy bien, me gustan -. Dijo Mario sacando una sonrisa de la chica alegre.

- Me alegra saberlo, ahora sí pueden ir a buscar a mis hermanos. Les sugiero que empiecen con Junior, es el que suele ser más comprensivo y al final dejen a Ludwig.

- Concuerdo contigo, iremos primero con Junior-. Le dijo Luigi, haciendo reir a la chica.
Ambos hermanos se despidieron con la chica, quien les sonreía mostrando su alegría por ese momento con ellos.

- Fue muy agradable, aunque algo... Femenino, para mi gusto -. Habló Mario cuando ya estaban lejos de la habitación de Wendy y estaban por volver a la habitación de Junior.

- Wendy es así, a pesar de vivir con hombres, a ella le gusta lo femenino y le fascina el mundo del maquillaje, es muy buena-. Habló Luigi mirando sus propias uñas bien pintadas con un color verde pastel. Cuando llegaron a la habitación de Junior, el menor de ambos tocó la puerta y ahora sí obtuvo respuesta, al ser visto un abrazo se hizo presente como saludo

- ¡Papa Luigi!

- jaja Junior- dijo Luigi aceptando el abrazo con alegría y cargando al pequeño para verle- Traje a un invitado para jugar ¿Te parece bien si entramos?-. Preguntó Luigi dejando ver a Mario por detrás, quien saludó nervioso al pequeño y con algo de recelo aceptó.

- Bien, pero solo si tu también vienes-. Le dijo seriamente, a lo que Luigi sonrió.

- Estaré encantado, mi pequeño principe -. Le dijo Luigi dándole otro abrazo, haciendo reír a Junior y entrando a su habitación para dejarlo en el suelo.