Eres Importante -Bowuigi

27. tu padre

- Yo tampoco me arrepiento ¿Te molesta si me ducho mientras tu te cambias? Quería hacerlo antes de dormir, pero me ganó el sueño- habló el mayor para ver como su novio miraba el retrete -¿Luigi?-. Le llamó, captando la atención del nombrado.

- Ah, y...yo saldré altiro, no te preocupes -. Habló el hombre para quedarse parado sin hacer un movimiento, preocupando al mayor.

-¿Cariño estas bien? Llevas cinco minutos mirando el retrete.

- Solo... ¿Podrías salir un minuto mientras hago mis necesidades? Solo será un minuto-. Habló Luigi mirando avergonzado al mayor, quien comprendió y no pudo evitar sonreir enternecido.

- Hace unas horas no eras asi de tímido, verdecito jaja. Bien, saldré un minuto, los estaré contando y si no sales antes del minuto, entraré -. Dijo Bowser saliendo del baño y comenzando a contar en voz alta, alterando a Luigi.

El menor hizo sus necesidades y aprovechó de ver como estaban las marcas de la noche anterior, algunas se sanaría rápido, pero otras estarían allí por más tiempo, agradeció que la gran mayoría estuvieran en lugares menos visibles y rápidamente se duchó, al menos eso estaba por hacer cuando escuchó que abrían la puerta.

- Amor, ya te traje el desayuno ¿Necesitas ayuda para salir de la bañera?-. Preguntó Bowser mirando como su novio se tapaba con las cortinas, haciéndole reír levemente.

- Eh... N... No, yo puedo, no te preocupes.

- Esta bien, si necesitas algo estaré revisando algunas cosas en la oficina. Te amo-. Escuchó que decía Bowser antes de salir del baño, lo que le hizo sonreír y continuar con su ducha

Se arrepintió al instante de haber negado la ayuda del mayor, ahora no sabía como bajar de la ducha y es que entrar había sido más fácil, solo se subió al banquito para alcanzar la ducha, pero ahora el banquito estaba más lejos, probablemente lo había movido con la cortina mientras se duchaba.

-¿Bowser?-. Exclamó para intentar llamar a su pareja, quien claramente no lo escucharía por estar en otra sala y sin saber que más hacer, se limitó a esperar.

Pasaron 10, 15 y hasta 20 minutos cuando Luigi se dió cuenta que esperar a Bowser no era la mejor idea y sin saber que más hacer, comenzó a pedir ayudar.

- ¡Bowser!-. Gritó más fuerte, escuchó al fin a alguien dentro del baño, pero no era su pareja y tampoco era alguien de los guardias. Esa persona había entrado sin siquiera abrir la puerta y Luigi al notarlo, se puso en alerta. Rápidamente tomó la toalla para colocarla en su cintura y contó hasta tres para abrir la cortina en son de lucha, grande fué su sorpresa cuando el que estaba frente él era el hombre que solo había visto un par de veces, a pesar de vivir en el mismo castillo y que antes solía ser el causante de varios de sus mareos.

- S...señor Kamek-. Pronunció Luigi, obteniendo una mirada inspectora del nombrado.

- Mario verde, pensaba que el rey te había dejado ir-. Habló el hombre con ropa azul, mirando al menor y como se encontraba.

- Y...yo... Lo siento, n...no quería que... Bueno que nuestro primer encuentro oficial fuera así -. Dijo nervioso Luigi tapándose lo más posible.

Sí, probablemente ese hombre ya conocía mejor que él la anatomía humana, sus años de experiencia en pociones y venenos lo hacían conocedor de varias especies, aún así Luigi se sentía avergonzado de mostrar su cuerpo al padre de su novio, no era la mejor impresión que podrías dar.

- Veo que estabas en problemas ¿Necesitas que llame al rey Bowser?-. Preguntó el hombre, a lo que Luigi asintió.

- Sí, porfavor, dijo que estaría en la oficina-. Respondió Luigi adentrándose en la ducha, hubieron unos minutos de silencio y de la nada apareció nuevamente el hombre de azul ahora con alguien a su lado.

-¿Estas bien cariño? Kamek dijo que necesitabas mi ayuda-. Se escuchó la voz de Bowser, a lo que Luigi sintió vergüenza y no pudo evitar derramar lágrimas de pena por su situación.

- Y...yo-. fue lo único que pudo decir antes de que el mayor se acercara preocupado.

- ¿Luigi? ¿Qué pasó? Déjame ayudarte, permiso, voy a abrir -. Así como dijo, el rey koopa abrió las cortinas para ver a su novio con toalla en cintura y tapándose la cara.

- Lo... Lo siento, n...no creí que se... sería tan di... difícil salir, lo siento-. Habló Luigi entre sollozos, a lo que su pareja le vió enternecido.

Con cuidado le tomó la mano para ayudarle a salir, puso el banquito que estaba tirado en el suelo y con su cuerpo lo ayudaba a apoyarse para que no se cayera.

- Esta bien, estas cosas pasan, no te sientas mal por tomar una decision, lo bueno es que me llamaste y pude venir a ayudarte. Bueno, Kamek me llamó, pero entiendes lo que digo-. Habló el mayor abrazando a su pareja y reconfortandole.

- No quería que tu padre me viera así la primera vez en conocernos, que pena-. Habló en susurros Luigi, a lo que el mayor sonrió y rió levemente para besar su cabeza.

- No te sientas mal por eso, de seguro que entendió rápidamente lo que ocurría ¿Verdad Kamek?-. Preguntó Bowser al que estaba todavía detrás suya, quien le miró un momento.

- Eh... Sí, sí mi señor. No se preocupen, yo no tengo problemas con esto y como usted dijo, lo bueno es que el joven Luigi está bien-. Respondió el más bajito sonriendo.

- ¿Lo ves? Toma esto como una buena iniciativa, ahora sabes que a Kamek no le importa que estes conmigo y que está dispuesto a ayudarte -. Habló Bowser mirando como Luigi se alejaba del abrazo y se secaba las lágrimas.

- Lo hace porque eres el rey y era por eso que no quería arruinar mi primera impresión, quiero que me conozca por quien soy no por ser la pareja del rey-. Dijo Luigi mirando apenado al suelo.

- No te preocupes, con esta primera impresión ya se que eres alguien bueno para él, lo supe desde que te escuché llamándole y me pediste ir por su ayuda. Bowser parece imponente, pero tiene el corazón blando y si te aceptó, es porque vió en tí algo grande-. Dijo Kamek ahora sonriendo hacía el chico de bigotes, quien le miró sorprendido.

- U...usted le dijo Bowser-. Pronunció Luigi, obteniendo una leve risa del adulto.

- Estoy hablando de él, no de nuestro rey-. Respondió Kamek.

- Te esta hablando mi padre, no mi consejero-. Dijo Bowser mirando a Luigi, quien le miró unos segundos para luego dar una leve sonrisa.