Eres Importante -Bowuigi

4. conocer un poco de tí

-¿Hay un jardin?-. Preguntó Luigi ilusionado mirando a Bowser, quién al ver su emoción le sonrió.

- Sí, quizás algún día te lo muestre. Es un poco grande, muy bonito, pero algo antigüo.

- ¡Me encantaría conocerlo! ¿Tienes plantas de cocina? ¿Es como un vivero?-. Preguntó Luigi entusiasmado del tema, Bowser solo rió para caminar hasta la puerta mientras respondía.

- Me alegra que quieras saber sobre mis cultivos, pero creo que ya es tiempo de dormir. Vamos, te respondo al camino-. Dijo el hombre tortuga mientras era seguido por Luigi.

Hablaron hasta llegar a la habitación, en esta se quedaron un momento mirando el lugar y cuando Luigi comenzó a quitarse la ropa, Bowser reaccionó.

- Bueno, será mejor que yo también me vaya a dormir, siéntete como en casa-. Le dijo Bowser mientras se acercaba a la puerta, estaba por salir cuando la voz de Luigi le detuvo.

- Bowser, gracias por todo, de verdad gracias.

- Ni lo menciones, buenas noches Luigi.

- Buenas noches-. Se despidieron ambos hombres, Bowser cerró la puerta y Luigi prendió la luz de su mesita de noche, se levantó y fue a pagar la luz principal para volver a su cama.
Así Luigi pasó la primera noche en el castillo del que antes era su enemigo y ahora solo era un compañero más, incluso hasta podrían ser amigos con lo bien que se llevaban.

- No pensé que tuviera un lado tan agradable, creo que lo juzgamos mal-. Se dijo Luigi para si mismo y acomodarse en la cama. Apagó la luz de su mesita de noche para caer en los brazos de morfeo.

Al día siguiente despertó por la luz del sol que entraba en su habitación, al principio miró algo desorientado a su alrededor para luego recordar lo que había ocurrido la noche anterior, pensar que había estado a punto de acabar con su vida y ahora lo único que quería era aferrarse a ella le hacía sentir vivo nuevamente.

- Señor Luigi, ¿Está despierto?-. Preguntó un guardia desde fuera, Luigi se estiró y respondió.

- Sí, voy a cambiarme y bajo.

- Entendido señor, el rey lo esperará en la cocina principal.

- Oki doki-. Fue lo último que dijo Luigi para ahora levantarse e ir al baño, se duchó y se puso su ropa. Ahora que lo pensaba mejor, no fue muy educado al sacarse la ropa para dormir en un lugar ajeno, pero era tan normal para él dormir solo en ropa interior que ni siquiera lo pensó. Se sonrojó un poco por esto mientras hacía la cama, dejándola como estaba cuando llegó y se dispuso a salir por la puerta, encontrándose con uno de los koopalings.

- Oh hola-. Saludó cuando vió que el niño de pelos azules se le quedó mirando, hubo un silencio dónde Luigi solo era mirado hasta que por fin el pequeño habló.

- ¿Eres espía o amigo?-. Fue lo primero que le preguntó el niño.

- Eh... ¿Amigo? Estoy por ir a ver a Bowser ¿Me llevas?-. Le preguntó Luigi con calma y amabilidad, haciendo que el niño sonriera.

- ¡Sí! ¡Soy Larry! Venga, es por aquí -. Dijo el pequeño tomando de la mano a Luigi para caminar con él por detrás.

- Un gusto Larry, soy Luigi-. Le alcanzó a decir el hombre antes de comenzar a bajar por las escaleras rumbo a la cocina.

- ¿Usted es el hermano del gordito rojo? Se parecen un poco-. Dijo Larry mientras se deslizaba por el barandal de la escalera y haciendo que Luigi acelerara el paso.

- ¡Ah sí! Soy su hermano.

- ¿Y porque está aquí? ¿Esta traicionando a su reino? ¿Será un koopa ahora? ¡Entonces tendremos dos papás! ¿Se quedará,verdad?-. Le preguntaba el niño logrando poner un poco nervioso a Luigi quien estaba por contestar cuando una voz se escuchó por detrás suyo.

- Larry, deja de hacerle preguntas a nuestra visita y dile a tus hermanos que el desayuno está listo-. Habló la voz grave avanzando hacia Luigi, quien sonrió para ver al niño correr nuevamente escaleras arriba.

- disculpa, todavía les estoy tratando de enseñar algunos modales, pero es difícil cuando ni yo mismo los tengo -. Explicó Bowser caminando hacia la mesa donde estaba el desayuno ya listo y haciendo reir a Luigi.

- Está bien, es un chico adorable. Un poco hiperactivo, pero adorable-. Dijo Luigi siguiendo a Bowser quien se sentó en una de las puntas de la mesa.

- Siéntate donde gustes-. Habló Bowser con amabilidad, Luigi pensó un momento en si quedarse o si debía irse, después de todo Mario podría llegar a casa y preocuparse... ¿Realmente lo haría? Si ni siquiera le pudo decir sobre su compromiso, dudaba que se preocupara de su estado.

- ¿No tienen asientos definidos o algo así? Para que los niños se sientan cómodos -. Preguntó Luigi mirando las sillas.

- No, ellos solo llegan corriendo y se sientan, yo soy el único que se sienta en el extremo para poder ver lo que hacen, ya sabes por precaución -. Explicó Bowser, logrando que Luigi asintiera y se sentara a un lado de él.

Ambos adultos esperaban a los niños en silencio, ninguno de los dos tenía las ganas de hablar y prefirieron disfrutar ese momento de calma, el cual fue cortado con los gritos de los niños que entraban al lugar.

- ¡Buenos días majestad!-. Gritaron todos en coro, a lo que Bowser se rió para ver a Luigi quien se sorprendió con el saludo.

- Tropa, no sean tan formales, Luigi es amigo de la casa, no un visitante por asuntos de reino. Sean respetuosos nada más-. Les indicó Bowser, haciendo que todos los koopas dieran un suspiro para ahora empezar a hablar y sentarse en la mesa más tranquilos.

- Junior, tienes razón, si se ve mucho más agradable que ese fontanero rojo-. Escuchó decir al chico con pelo azul despeinado, parecía un poco más mayor que el principe con quien hablaba.

- Luigi es genial, es como una princesa mamá, pero en hombre -. Escuchó al pequeño principe, Bowser le miró al también escuchar eso y no pudo evitar reir lo que sonrojó al de verde.