No acostumbraba a pedir ayuda. Mantenía intacto mi orgullo, pero esta vez se trataba de la felicidad de Seung.
Leia caminaba delante de mí observando las vidrieras. No podía apartar mi mirada de ella, por más que quisiera evitar caer en su dulzura, era imposible.
Era hermosa, en todos los sentidos. En todos sus ángulos. Pero yo era todo lo contrario a ella.
Señaló una tienda, emocionada como una niña. Sonreí cuando dejo de mirarme y caminé detrás de ella.
— ¿Le gusta algo en especial? —Leia buscó mi mirada mientras yo observaba el interior del lugar. Lleno de globos, luces, cortinas decorativas, bonetes y demás—. Señor Min.
—Yoongi —la corregí. Leia rodó los ojos y me dio la espalda. Avanzó dentro del local—. Le gustan los dinosaurios.
—Bien, podemos hacer temática de dinosaurios —pensó en voz alta.
— ¿Alguno en especial? —interrogó la vendedora.
—El T-Rex —recordé.
—Ese podría ser el centro de la torta —indicó Leia. La vendedora asintió.
—Sigamos por acá, señorita.
Caminé detrás de quienes tenían experiencia. Leia no tenía hijos pero supuse que tendría primos o hermanos más jóvenes.
Luego de unos cuantos minutos buscando todo lo necesario, nos detuvimos frente al mostrador. Saqué mi tarjeta y pagué. Leia tomó las bolsas, yo se las quité de la mano para que no cargara el peso.
—Muchas gracias —Leia sonrió con amabilidad, como de costumbre.
—Que disfruten la fiesta de su hijo. Tiene suerte de tener unos padres tan atentos —miré de reojo la expresión de Leia. Oculté mi risa y asentí.
—Oh no, él no es mí... —me señaló.
—Vamos, cariño —sostuve su cintura. Leia levantó las cejas en señal de sombro—. Que tenga buen día —salimos del local. Leia apartó mi mano.
— ¿Qué haces? —frunció el ceño. Me mantuve en silencio—. Luego me das sermones de impulso y confusión. ¿Qué te pasa? Solo te ayudé y tú...
—No tienes por qué darle explicaciones de tu vida privada a nadie —la corté. Leia soltó un suspiro y caminó delante de mí.
Recorrimos otros locales buscando últimos detalles que Leia creía necesario.
Cuando creíamos tener todo, caminamos a la salida. Leia miraba discretamente algunas vidrieras. Como si le diera vergüenza que yo la viera observando ropa que le gustaría.
Hasta que no contuvo su atracción por un vestido en una de las tiendas. No era su estilo, al menos no lo parecía. Era color vino. Ajustado al cuerpo y satinado. Espalda descubierta y escote recto. Corto, por debajo de los muslos. Era sensual y no pude evitar imaginármela usándolo.
Le clavo sus ojos como si fuera un trofeo. Su deseo era evidente, sin embargo se alejó con su cabeza gacha.
Levantó la mirada. Apresuró su paso cuando notó mi vista sobre ella.
— ¿Nos vamos? —asentí ante su pregunta.◇
Seokjin se había ofrecido para llevar a Seung de paseo, así nos daría tiempo de prepararle la fiesta.
Leia decoró el lugar como si se dedicara a esto toda su vida.
—Quedó muy bonito, muchas gracias Leia —me acerqué luego de acomodar las sillas.
—No hay de qué. Lo hice por Seung —aclaró—. Bien, creo que ya es hora de que vaya. Que lo disfruten, señor Min —hizo una reverencia. Caminó alejándose. Tomé su muñeca para detenerla.
—Vendrás, ¿verdad? —Bajó su vista hacia mi mano en su muñeca—. Seung te lo pidió ayer. Ven... por favor.
—Los veré más tarde —la solté para que pudiera marcharse.◇
La fiesta de Seung fue un éxito. Jamás había visto a Leia reír tanto. El pequeño Min jugó con sus nuevos amigos hasta cansarse.
Leia se sumó al personal para limpiar todo el desastre que había quedado. Tomé una ducha, Seung ya se había dormido.
— ¿Quieres que te lleve?
—No, tomaré un taxi. Gracias.
— ¿Estas segura? No tengo problema...
—No, señor Min —avanzó. Me paré frente a ella.
—Por favor, Leia. Olvida todo lo que dije, ¿sí? Es irritable mantener esta distancia.
—Usted lo quiere así.
—No, yo no... —Jimin pasó por mi mente como un relámpago—. No quiero arruinar las cosas con Jimin, ni lastimarte.
— ¿Jimin? ¿Qué tiene que ver él aquí?
—Ya sabes, tú y él... —Leia frunció el ceño—. Bueno, ustedes están juntos y yo no... —Leia se echó a reír.
— ¿Quién te ha dicho eso? Jimin es solo mi amigo. Siempre lo ha sido —de pronto me sentí aliviado y a la vez avergonzado.
—Leia —tomé su mano—. Soy un desastre en esto, jamás he sido bueno. Pero quiero conocerte.
— ¿Y tú impulso? —levantó una ceja.
—No fue un impulso. Quería besarte... igual que ahora —las mejillas de Leia ardieron—. ¿Qué te parece cenar algo? Tengo hambre.
—Yo igual —sonrió. Entrelacé nuestros dedos y caminamos hacia el auto.--------------------------------------------------------------------
Apareció el Yoongi romantico y tímido.
¿Quien quiere que narré el próximo cap? Se vienen caps llenos de drama <3
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Enseñame a amar - Min Yoongi
FanfictionMin Yoongi, un exitoso empresario, recién llegado a Seúl, junto a su pequeño hijo Min Seung. Leia, dueña de un moderno café en el centro de la ciudad. Seung conoce a Leia tras perderse en su primer día de colegio. Una nueva amistad nace luego de q...