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   Me sobresalté cuando volteé y lo vi detrás de mí

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   Me sobresalté cuando volteé y lo vi detrás de mí.
   — ¿Qué haces? —repitió.
   —Nada, solo necesitaba aire fresco.
   —De una habitación —analizó el lugar con duda.
   —Si. ¿Hay algo de malo en eso?

 Dio un paso acercándose a mí. Retrocedí alejándome. Yoongi frunció el ceño.
   —Dime que sucede, Leia.
   — ¿Qué creíste, Yoongi? ¿Qué todo estaría bien entre nosotros?
   —Leia...
   —Me hiciste creer que te importaba —lo corté—. Luego me hiciste sentir inferior. Ahora vuelves y pretendes solucionar todo, así de simple. Pues no, no será así.
   —Déjame hablar.
   —Ve, tu esposa te busca.
   —Ella no es...
   —Bien. Si tú no te vas, yo lo haré.

    Fui más rápida que los movimientos de Yoongi. Logré escaparme de la habitación con éxito.
Tan solo unos pocos pasos bastaron para chocarme con la rubia de piernas largas y sonrisa estructurada.
   —Jisoo —levanté ambas cejas. Rogué que Yoongi no saliera detrás de mí.
   —Leia, cielo, ¿has visto a Yoongi? Lo he estado... —su mirada se movió hasta detenerse detrás de mí. Miré sobre mi hombro y efectivamente Min había salido de la misma habitación que yo—. Oh, ya veo —Jisoo ladeó una sonrisa mientras se relamía los labios.
   —Con permiso —bajé mi cabeza y escapé, dejándolos solos en el pasillo.

    Me escabullí entre la gente que bailaba en la pista y tomé el brazo de Taehyung. Lo arrastré por toda la sala hasta salir a la entrada principal.
   — ¿Qué haces? —bufó librándose de mí y acomodando su camisa.
   —Nos vamos —ordené.
   —No quiero irme. Vete tú —giró sobre sus pasos. Lo detuve reteniéndolo de su camisa.
   —Estas ebrio, Tae. Apenas puedes mantenerte tú solo. ¡Nos vamos! —Rodó los ojos—. Dame tus llaves.
   —No.
   —No te comportes como un niño. Dame tus llaves.
   —Búscalas tú misma —desafió con una sonrisa torcida.

    Solté el aire retenido. Lo observé. Sus parpados pesados, su pelo revuelto caía sobre sus ojos. Su sonrisa torcida. Su camisa desabotonada dejando ver parte de su pecho. Un espectáculo sin un buen final.

    Metí mi mano en su bolsillo y rebusqué, hasta finalmente obtenerla. Levanté mi mano en victoria mostrándole la llave.
   Taehyung cerró un puño en mi muñeca y me jaló hacía él. Unió nuestros labios en un beso. Me quedé inmóvil sosteniendo aun la llave y con la mano en alto. Taehyung rodeó mi cintura con su brazo libre.

    Escuché a alguien detrás de nosotros carraspear su garganta. Me separé tan pronto lo oí.
   —Disculpen —apreté los ojos al escuchar su voz familiar.
   —Yoongi, amigo. Tranquilo, no interrumpes —Tae levantó la voz y extendió sus brazos—. Ya nos vamos. ¿Verdad, bonita? —me jaló chocando mi cadera con la suya.

    La mirada constante sobre mí. Lo evité alejándome de allí, sabría que en cuanto tuviera oportunidad me pediría explicaciones que no estaba dispuesta a darle, o tal vez sí.

    Tae caminó detrás de mí. Encendí el auto y nos alejamos de la mansión.
   — ¿Por qué me besaste?
   —Porque quise.
   —No soy tu novia, Tae.
   —Lo sé. No tienes que ser mi novia para besarte —dejó caer su cabeza en el asiento—. Yoongi estaba allí, por eso lo hice —musitó con sus ojos cerrados.
   — ¿Qué? —aparté mi vista del camino por un momento.
   —Él estaba viéndonos. Era una buena oportunidad.
   — ¿Para qué? ¿Para fingir que somos algo? —volví mi atención a las calles de Seúl.
   —Para darle celos, tonta —largó una pequeña carcajada.
   — ¿Celos? ¿Qué dices, Tae? Él no...
   —Es tan obvio. No puedes no darte cuenta —irguió su cuerpo para mirarme—. Se nota a kilómetros que le interesas. Pero es tan estúpido que no se anima a aceptarlo —volvió a recostarse—. Solo le di un empujón. Si él no admite que está enamorado de ti, otro te conquistara.
   — ¿Y ese otro pretendes se tú?
   —No. Soy atractivo, puedo tener a las chicas que yo quiera. Ya te tuve a ti —ladeó una sonrisa. Golpeé su brazo—. Eres hermosa, Leia. Fui un idiota contigo, lo sé. Pero sé que así estamos bien y quiero que seas feliz. Tal vez con ese Min Yoongi lo seas. Espero, que lo seas —me detuve frente a su edificio—. Llévate el auto. Pasare en la mañana a buscarlo —se bajó del auto—. Leia, no seas tan orgullosa —cerró la puerta.
Apreté el volante y aceleré.




   Luego de una relajante ducha me recosté. Todo lo que Taehyung me había dicho daba vueltas en mi cabeza.
   ¿Realmente todos se daban cuenta de los sentimientos de Yoongi hacía mí? ¿Yo era la única que no lo creía así?
   Respiré profundo y busqué el sueño hasta quedar profundamente dormida.

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¿Quien quiere que narre el próximo cap? 

¿Seguimos con Leia o Yoongi?

¡Ya falta poquito para el final!   

Enseñame a amar - Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora