Sin haberse dado cuenta en qué momento, Cal descubrió que se había quedado dormido mientras meditaba. Quizá Merrin tenía razón y necesitaba tomarse un descanso, al menos hasta que la herida cicatrizara y dejara de sangrar tanto. Greez había preparado más comida de la usual con el objeto de darle energías al joven, pero aquello no resultaba ser suficiente.
Con cuidado se incorporó tratando de hacer el menor ruido posible, ya que BD permanecía dormido sobre su cama.
Abandonó la habitación y se dispuso a salir de la nave para respirar algo de aire fresco. No llegó a salir cuando vio que, por fuera, hablaban Greez y Cere de una forma algo agresiva.
- ¡Te estás pasando con el chaval! Acaba de salvarnos el culo a todos.- Decía Greez.
- Ese es el problema. Cal no ha recibido ni la mitad de su adiestramiento como Jedi y es el único que queda. Sin pensárselo dos veces ha roto lo único que teníamos que podía ayudarnos a reconstruir la Orden Jedi. Dime ¿qué crees que pasará ahora? No está entrenando, y es todavía apenas un Padawan. Bueno, quizá un poco más, pero le falta disciplina...
- No sé nada de disciplinas y tus otras paridas de la antigua Orden Jedi. Por si no te has dado cuenta el chico CASI muere por hacer lo que le encomendaste.
- ¡Es débil! Apenas pudo enfrentarse a un Sith. Hay muchos más y, siendo el único Jedi, tarde o temprano debería enfrentarse a ellos. Si yo no hubiera intervenido, probablemente ellos tendrían esa lista.
- ¡Pero no la tienen!
- Lo sé, pero...tenemos que apresurarnos o todo lo que hemos hecho solo habrá servido para retrasarlos...
Casi de forma automática Cal palpó la zona donde estaba su herida, sintiéndose tremendamente culpable. Cere tenía razón. Cal no había recibido una instrucción completa, pues su maestro murió teniendo muchas cosas por enseñarle todavía. Además, había pasado años huyendo de la Fuerza. Al luchar con las Inquisidoras y, sobre todo, con aquel Sith, fue consciente de que faltaba mucho camino por recorrer.
Con sigilo bajó por unos laterales de la rampa de la nave, para evitar que lo vieran, y camuflado entre la oscuridad de la noche, se dirigió a un pequeño escampado cercano. Allí se sentó dispuesto a meditar, pero esta vez en serio. Quería concentrarse, quería adentrarse más en su Fuerza.
"Se vio a sí mismo en la sala de entrenamiento con su maestro, aún siendo un niño...
- Padawan, concéntrate. La Fuerza está en tu interior. Tus emociones influyen en la Fuerza, no dejes que te dominen a ti, domínalas tú a ellas.
El pequeño Cal arrugó la cara del esfuerzo, pero nada parecía cambiar dentro de él.
- ¿Por qué luchamos?
- Porque somos Jedi.
- No, la verdadera razón.
Cal abrió sus ojos, esperando que su maestro le dijese cuál era esa razón, pero se mantuvo en silencio sin quitarle ojo de encima.
- Debes hallar la respuesta.- Dijo, finalmente.
- ¿Dónde?
- En ti, solo en ti."
Apenas vio como el niño volvía a cerrar los ojos para concentrarse cuando sintió, en el mundo real, como un usuario de la Fuerza se acercaba. Abrió los ojos y se incorporó rápidamente, con espada en mano, dispuesto a defenderse.
- Me gustaría mantener mis extremidades donde están. Baja eso.- Dijo la otra persona.
Cal se relajó al comprobar que se trataba de Merrin.
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No sigas la oscuridad que hay en mí
FanfictionLa tripulación de La Mantis ha cerrado el capítulo sobre el holocrÓn que contenía los nombres de los niños sensibles a la Fuerza. O eso creían, pero ¿de verdad se ha cerrado del todo? Una voz atormenta y llama a Merrin, indicándole el camino que deb...