CAPÍTULO 26

112 11 0
                                    

MINUTOS ANTES DE LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS EN EL EPISODIO ANTERIOR...

Cal tenía que seguir a Cere, pero no estaba seguro de qué camino seguir. Cerró sus ojos, dispuesto a dejar que la Fuerza lo guiase. Pero tenía miedo, más miedo del que nunca antes había tenido: miedo a caer de nuevo en el lado oscuro.

BD intentaba apoyarlo. Cosa que Cal agradecía, al menos con él cerca no se sentía solo.

La oscuridad a su alrededor empezaba a agobiarlo. De nuevo, todo se tornó completamente negro y supo lo que estaba pasando: su mente volvía a viajar. Estaba solo, completamente solo, BD había desaparecido.

- Yo era como tú. Solo tenía miedo. Sé que me entenderás.- Cal reconoció aquella voz, era la de aquel joven que había peleado con Obi-Wan.

El joven Anakin se acercaba a él, caminando lentamente. Cal intentó retroceder varios pasos, pero se encontró con que la oscuridad que había detrás de él debía ser una pared, pues chocaba con ella como si fuera una barrera.

- Temía perderla, ella era todo para mí.

- No te acerques más.- Espetó Cal.

Pero Anakin no le hizo caso, al contrario, se acercó más y alargó su brazo hasta poder alcanzar el hombro del otro chico con su mano.

- Tú me entiendes. La amas. Temes perderla. Ese temor te movió hace unos segundos.

- No, no soy como tú.

- No le temas a la Fuerza.

La mano de Anakin, al principio casi estática, apretó con fuerza el hombro de Cal de tal forma que empezó a ser doloroso. El chico intentó zafarse del agarre moviendo su hombro rápidamente, pero la mano tan solo hizo más fuerza. Haciendo uso de sus propias manos, intentó apartarla de su hombro pero, al establecer contacto con la piel del otro chico, pudo ver algo que parecían pesadillas. Veía cómo la joven pareja de Anakin moría una y otra vez, y sintió miedo, pero no su propio miedo, el miedo de Anakin.

- Tú me entiendes. Cere quiere arrebatarte a la persona a la que amas ¿Y por qué? Simplemente porque cree que ella tiene la razón. Pero no la tiene, los Jedi nunca la tuvieron. Piensa en una galaxia gobernada por alguien poderoso y justo, alguien como tú o como yo. Alguien que pueda usar la Fuerza para defender a sus seres queridos, que no juzgue a los demás por a quién ama ¡alguien que acabe con todos los que no quieren respetar esa vida!

En su mente Cal se imaginó a si mismo junto a Merrin, juntos riendo y siendo felices. En una galaxia en la que ambos podían usar sus poderes sin miedo a represalias, sin temor a que los persiguieran cada día.

- ¿Lo ves? Tú me entiendes. No somos tan diferentes, Cal.

Pero Cal no era Anakin. Anakin no era un chico inocente, no. Anakin había desaparecido para crear a Darth Vader. Darth Vader era la auténtica causa de las persecuciones, de la muerte de todas aquellas personas que alguna vez habían sido su amigos, había comenzado ejecutando la Orden 66 y, con ella, había causado la muerte de tantos Jedis inocentes. No, Cal no era como Anakin.

- ¡Suéltame!- Gritó Cal con todas sus fuerzas.

Con más Fuerza de la creía tener, consiguió mover la mano de Anakin de su hombro y lo miró desafiante.

- No soy como tú. No temo perder a Merrin porque voy a defenderla, porque daré mi vida, si es necesario, para protegerla. No dejaré que el lado oscuro me corrompa.

La sonrisa de Anakin se tornó sádica y lo miró con cierta curiosidad pero también con burla.

- Tú solo no eres nada. No tienes ni la mitad de la Fuerza que tenía yo. Y matizo, antes de unirme al lado oscuro. Yo era espectacular, el mejor y más fuerte Jedi que jamás ha existido.

- No, Anakin. Eras joven e inexperto, como yo. La diferencia es que tuviste al mejor maestro.

Anakin frunció el ceño y apretó mucho los labios, molesto y ofendido con las palabras de Cal ¿Cómo se atrevía? Anakin había sorprendido a todos los Jedi del Consejo por la Fuerza que había en él. Y Obi-Wan no era el mejor, Obi-Wan era un sucio traidor.

Cal no perdió más tiempo y sacó su espada láser, preparándose para la batalla.

- No podrás ganarme.- Se burló Anakin.

- Te equivocas. Tú no eres más que un reflejo del lado oscuro, un vano intento de llevarme al otro lado. Pero no lo conseguirás.

- Si eso es lo que quieres. Morirás aquí y ahora.

Los jóvenes comenzaron una ardua batalla con sus espadas láser. Iban tan rápido que una persona externa apenas podría distinguir lo que estaba pasando. Los movimientos de Anakin eran rápidos y poderosos, aunque detonaban rabia y unas ansias de hacer daño que eran su debilidad. Cal se dio cuenta cuando vio que, en ocasiones, realizaba ataques más lentos pero más poderosos para hacerlos letales. Esa era su oportunidad, su única oportunidad.

Cal había entrenado pero no estaba a la altura de un Jedi como Anakin. Lo sabía. Pero aquel no era Anakin, no debía dejar que el lado oscuro lo engañara. Anakin estaba muerto, solo era un fantasma, un reflejo...

- Perdóname, Obi-Wan.- Murmuró Cal.

Y con un tajo increíblemente rápido rajó la totalidad del pecho de su contrincante. El grito de Anakin se tornó cada vez más grave, hasta que el cuerpo desapareció en la oscuridad.

Cal se encontró a sí mismo de nuevo en su realidad. Fuera del mundo de su mente. Y sintió las patitas del pequeño androide sobre su espalda. Lo había conseguido: había derrotado al lado oscuro. Al menos por ahora.

Sí, Anakin había sufrido, había sido otra víctima del lado oscuro. Pero pensar en él ahora no era lo importante. Tenía que encontrar a Cere y detenerla antes de que fuera tarde. Todavía tenía posibilidad de salvarla y no pensaba desaprovecharla.

- BD, confía en mí, vamos a conseguirlo.- Dijo con una sonrisa y lleno de confianza.

- Beep Bi.- Respondió, feliz, el androide.

Con una sonrisa en los labios Cal corrió y, por algún motivo, supo exactamente a dónde se dirigía su amiga. Y es que, sabía, que la Fuerza lo acompañaba.

______________________________________________________________

Cere había dudado.

Cuando había recibido el golpe por parte de su pupilo pudo ver con claridad durante unos segundos. Pudo ver lo que había creado, lo que había vuelto a crear. Todo era su culpa.

- No es tu culpa, maestra. Ha sido la bruja.

Merrin.

En realidad Trilla tenía razón. El cambio de Cal había empezado desde que ella había aparecido en su vida. Todo era culpa de la hermana de la noche.

Y Cere lo tenía claro: debía matarla.

No sigas la oscuridad que hay en míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora