CAPÍTULO 13

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"Ella hace que no se tome su trabajo en serio. Nuestra última esperanza puede morir por su culpa, o, incluso, a sus manos. Ten cuidado y no le quites la vista de encima. Si ella hace algo raro: no dudes."

La voz de Trilla cada vez sonaba más clara. Y Cere no podía estar más de acuerdo.

Tanto Cal como Merrin habían caído sobre la nieve exhaustos tras haber usado tanto la Fuerza para jugar. Eso era una forma de actuar totalmente irresponsable y, Cere, no podía permitírselo a él. Si al menos Cal hubiera dejado que ella echara un vistazo al listado de los niños, si tan solo pudiera asegurarse que la raza Jedi no acabaría para siempre...

Poco después, antes de que los jóvenes se prepararan para adentrarse más en las cumbres gélidas, Greez les dijo que comieran algo.

El momento de la comida fue bastante tenso, pero al menos sirvió a Cere para enterarse de que Merrin deseaba adentrarse en aquel planeta para investigar "algo". El hecho de que no diera más detalles la hacía malpensar bastante. No podía olvidar que en el anterior planeta los dos jóvenes habían estado solos y, misteriosamente, había aparecido la novena hermana ¿quién le decía a ella que no fuera Merrin la causante de que descubrieran a Cal? Quizá la idea de camuflarlo no fue más que una trampa para hacerles creer que podían confiar en ella.

Entonces, en su cabeza, no pudo evitar imaginarse a la joven bruja al lado de Darth Vader, riendo malévolamente, con el cadáver de Cal a sus pies.

- Cere ¿estás bien?- Le preguntó Cal.

Cere sacudió su cabeza y asintió, percatándose de que se había abstraído de tal forma en sus pensamientos que ni siquiera sabía de qué habían estado hablando los demás.

- Entonces... ¿te parece bien?- siguió preguntando el chico.

- ¿Qué si me parece bien el qué?- Preguntó ella, delatándose a sí misma.

- En lo que Greez arregla la nave, Merrin y yo podemos...

Antes de que terminara el chico, Cere lo interrumpió.

- Yo también voy.

La expresión seria y el tono seco en el que lo dijo fue suficiente para que todos entendieran que, con eso, el asunto estaba zanjado.

Merrin le dedicó una mirada un tanto sospechosa. Cere estaba segura de que tramaba algo, pero no, no iba a permitir que le hiciera nada al chico.

Al acabar de comer, los tres se equiparon sus abrigos y guantes para salir a la nieve. La tormenta de nieve era fuerte, aunque había aminorado un poco.

Ninguno de los tres sabía exactamente a dónde dirigirse. Cere creía que era imprudente adentrarse más sin saber si iban a poder regresar, en cambio Cal tenía una confianza absoluta en BD-1 y decía que él haría un mapa mientras avanzaban. De esta forma, y tras alguna que otra discusión, decidieron seguir adelante y dejar que BD-1 analizara cada paso que daban, con objeto de crear ese mapa.

El androide no se separaba de la espalda del Jedi.

Pasaron horas sobre la nieve y aquello parecía no llevar a ninguna parte. El frío empezaba a calarlos cada vez más y Cere empezaba a plantearse que había sido una pésima idea adentrarse en aquellas tierras con la tormenta que azotaba.

- ¡Beep Be!

- ¿Qué ha dicho?- Preguntó Cere, casi con desesperación en la voz.

- Dice que ha encontrado una cueva.- Respondió Cal.- ¡Bien hecho, BD!

Sin pensárselo mucho, los tres se adentraron en una pequeña cueva que había, aproximadamente, a unos 300 metros – o eso afirmaba BD-1-. Aunque les costó divisarla en un principio, no fue costoso encontrarla.

No sigas la oscuridad que hay en míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora