Amy
Me agarro fuertemente a su cintura sin poder creerlo, nunca en la vida me había planteado esto, el poder estar subida detrás suya en su moto y agarrándolo bien fuerte por miedo a que nos pase algo. Cierro los ojos disfrutando del aire que me viene en la cara, muevo las manos nerviosa en su cintura por si le estoy agarrando muy fuerte.
Sonrío para mi misma pensando en esta situación tan rara. He "discutido" con Dylan por teléfono aún sin saber que era él y creo que aunque lo hubiese sabido desde un principio, le habría dicho exactamente lo mismo, ¿cómo se atreve a hablar así de cualquier chica? Por muy mal que me caiga... a ver, no es que me caiga mal sino que.... bueno.... está con Dylan y eso quieras o no me fastidia aún sin tener ni la más mínima posibilidad. Recuerdo lo nerviosa que me he puesto al saber que era él pero es que parece que todo lo que viene de él me hace sentir así. Se me hace raro el pasar de ser dos desconocidos a ser dos personas que a pesar de decir todo lo que pensamos en alto y picarnos, son capaces de sonreírse el uno al otro. Es todo tan extraño.
¿Y lo peor de todo sabéis qué es? Que toda la gente tiene razón, es un estúpido que se cree el mejor, que se cree que lo sabe todo pero aún así sigue siendo encantador cuando quiere. Te sonríe con esa sonrisa que hace que te plantees incluso cuál es tu nombre, esa sonrisa que provoca esos hoyuelos en los que tanto me gustaría perderme. Ojalá, pienso.
Sonrío triste sabiendo que en la vida podré tener a quién yo quiero. ¿Quién iba a estar con una chica gorda como yo? Con una chica que no encuentra razones ni motivos para quererse mientras que sabe de memoria el cómo odiarse. Esa chica insegura ante todo y que no hace las cosas por miedo, la que piensa mal sobre sí misma y no cree en ella. Esa que sabe que no va a llegar a ninguna parte, la que se mira en el espejo y dos segundos más tarde tiene que dejar de hacerlo para no echarse a llorar. Esa con heridas de guerra en las muñecas, heridas que le recordarán siempre que nunca llegará a ser nada ni significar nada para nadie. Inconscientemente, por culpa de la rabia de toda esta mierda, aprieto los brazos aún más en su cintura pero al darme cuenta los aflojo. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que hemos parado en un semáforo. Me fijo en que Dylan se gira para mirarme.
–Por poco me ahogas –dice divertido.
–Ha sido sin querer –me mira sonriendo mientras niega con la cabeza. Vuelve la vista al frente y acelera de nuevo.
Acelera sin importar nada y por un momento lo agradezco, quiero llegar cuanto antes a casa porque no sé si podré soportar mucho más el no llorar. Noto cómo me brillan los ojos pero sobre todo noto ese nudo en la garganta que me indica que es cuestión de tiempo que rompa a llorar. Cierro un segundo los ojos intentando calmarme y repitiéndome que todo irá bien.
Noto como poco a poco la moto va reduciendo la velocidad y abro los ojos para mirar a mi alrededor, ya estoy en casa. Suspiro y una vez que ha parado la moto me apoyo en sus hombros para levantarme y así poder bajar. Noto una de sus manos encima de las mías y me pongo nerviosa. Bajo sin ningún tipo de problema a diferencia de lo mucho que me costó subir. Busco a tientas el cierre del casco sin mirar a Dylan aún sabiendo que él me está mirando.
–Anda ven –me susurra y se baja de la moto. Me acerco de mala gana a él y él acerca de nuevo sus manos al casco y abre el cierre. Me quita el casco y rezo por no estar muy despeinada aunque segundos después solo puedo repetirme una y otra vez "¿qué más da que lo estés? No tienes que impresionar a nadie y aunque quisieras ni podrías." Suspiro seria y le miro.
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"Nadie en su sano juicio se enamoraría de alguien como yo..."
Romance¿Por qué alguien iba a quererme? O mejor dicho, ¿por qué alguien como él podría siquiera plantearse la idea de quererme? Estamos en un mundo que parece que tener buen corazón ya no sirve de nada si no eres bonita pero nada más lejos de la realidad...