"Nadie en su sano juicio se enamoraría de alguien como yo..."

¿Lo sientes?

Amy

Me fuerzo a sonreír ante sus palabras y a pesar de que me han dejado un poco descolocada, algo muy dentro de mi quiere chillar creyendo que es verdad. Levanto una de mis manos y le saludo levemente para luego acabar entrando en casa. Estoy nerviosa, demasiado. Aunque no es nada nuevo cuando estoy con él, tiemblo como un puto flan y me gustaría no ser tan tonta con algo tan sencillo como el hablar con él. Suspiro quitándome todo el peso de encima y una vez que llega el ascensor me subo y me miro fijamente en el espejo y pienso en lo que ha dicho; "si te quitaras las gafas la gente te vería bonita", ¿es que acaso él cuando me las quitó para quitarme la mancha de grasa de la cara me vio bonita? No, claro que no. Si me las quito no veo tres en un burro, pienso y me río ante tal pensamiento.

Escucho el 'clink' que indica que el ascensor ha llegado a mi piso y me bajo. Saco las llaves del bolsillo de mi jersey y abro la puerta.

–Ya he llegado –digo en voz alta y Alison se asoma desde la cocina. Me sonríe feliz.

–¡Shanaaaaaaaaa pon otro plato que Amy acaba de llegar! –dice contenta y se me acerca.

–Alison no tengo hamb... –me interrumpe.

–Ni te atrevas –me riñe y me quita la maleta de encima y la deja en el suelo.

–Pero... –me coge del brazo y me arrastra hasta el comedor– Deja que al menos lleve la maleta a mi habitación y que me ponga el pijama, ¿no?

–No –dice seria– Que luego siempre encuentras la forma de escaquearte.

Suspiro frustrada, cómo me conoce. Shana se ríe al otro lado de la mesa disfrutando del espectáculo que cada noche monto. Le miro mal y me pone una cara rara para hacerme reír e inevitablemente, me río.

–¿Pizza? –me dice Shana señalándome justo la que tiene al lado. Niego y se ríe– Tu favorita se está haciendo –dice y abro los ojos emocionada. Cómo me conocen.

–¿Como has venido? –me pregunta Alison desde la cocina– Hace una hora que ha terminado el horario de los buses.

Me toco el pelo con una de mis manos mientras que con la otra aparto la silla de la mesa para sentarme.

–Es curioso pero... –Shana me mira fijamente– Me ha traído Dylan –digo y Shana se atraganta con la bebida.

–¿Qué? –pregunta ella y Alison se asoma por la puerta.

–¿Dylan Dylan? –pregunta mi mejor amiga.

–¿Qué Dylan sino? –pregunto y me muerdo el labio nerviosa.

Alison se acerca para sentarse con nosotras y me mira fijamente.