"Nadie en su sano juicio se enamoraría de alguien como yo..."

Me gustas.

Amy

Me muerdo el labio nerviosa mientras miro a través de la ventana del coche de Dylan. El viaje se me hace lento y no sé si es porque una parte de mi tiene miedo a llegar o porque realmente su casa está lejos de donde trabajo. Me fijo en cada pequeño detalle que me rodea; el sonido de una ambulancia de fondo, un niño pequeño corriendo, el perro que no deja de ladrar, el sonido de la radio bajito cómo si no nos quisiéramos quedar en silencio dentro del coche, los golpecitos que da inconscientemente Dylan en el volante mientras conduce. Sonrío para mi misma y ladeo la cabeza para mirarle y le pillo mordiéndose el labio concentrado en la carretera. Sonrío aún más y acaba girándose pillándome con las manos en la masa. Aparto la mirada de nuevo y le escucho reír. Me muerdo el labio y noto como me sonrojo, ¡maldita sea!

-Pareces nerviosa -dice divertido y vuelvo a mirarle.

-Cómo para no estarlo -admito y sonríe. Acerca una de sus manos a mi pierna y bajo la mirada avergonzada. Sonrío y decido acercar, con miedo, una de mis manos a la suya para entrelazarla. 

-No tienes por qué estarlo -dice con total sinceridad y se lleva nuestras manos unidas a sus labios para depositar un leve beso- ¿Sigue en pie lo del cine de esta tarde? -pregunta cambiando de tema intentando que pierda los nervios.

-Claro -sonrío- Aunque Alison y Shana también vienen. 

-No me importa -confirma con una sonrisa en los labios- Mientras te sientes a mi lado -dice y sonrío.

-¿Y si no qué? -le pregunto.

-Entonces tendré que meterle mano a Alison -confiesa riéndose.

-Eres un cerdo -digo soltando mi mano de la suya fingiendo estar enfadada. Intento no reírme mordiéndome el labio pero al escucharle reír no puedo evitar imitarle. 

-Era broma -dice calmando su risa- Ya lo sabes.

-No sé yo -le miro de reojo y me guiña el ojo- Eres idiota -digo riendo. 

Noto que el coche se para y me fijo en que estamos en un semáforo. Me giro en el asiento para mirarle mejor y veo el rastro de una sonrisa en su cara.

-¿Qué? -pregunta y niego con la cabeza.

Nos miramos fijamente retándonos con la mirada e inconscientemente sonrío. Veo cómo se muerde el labio cosa que provoca que sonría aún más. Le escucho suspirar y deja de mirarme unos segundos.

-¿Qué? -pregunto ésta vez yo.

Levanta la mirada y me hace un gesto con el dedo y aunque al principio no lo entiendo, lo acabo pillando. Me acerco un poco a él.

-¿Qué? -pregunto de nuevo y coloca una de sus manos en mi mejilla. Acerca sus labios a los míos pero solo los roza. Sonrío encima de sus labios y muerde mi labio inferior, tira de él y no puedo evitar cerrar los ojos.

-¿Te he dicho lo preciosa que te ves cuando sonríes? -me susurra y acerco una de mis manos a su pecho.

-Creo que no -admito y acaricio mi nariz con la suya. Y justo cuando voy a besarle escuchamos el pitido de un coche.

-¡Mierda! -susurra frustrado. Se aparta de mi y ambos nos fijamos en que el semáforo está verde. Sonríe y acelera- Tienes que intentar evitar esto de tentarme tanto mientras conduzco, podríamos tener un accidente. 

Le miro y me río.

-¡Pero si no he hecho nada! -digo y le escucho reír.

-Tonterías -me sonríe- ¿Acaso te has visto?