"Nadie en su sano juicio se enamoraría de alguien como yo..."

Besos con sabor a despedida

Amy

Acerco una de mis manos a su mejilla y la acaricio con delicadeza. Me muerdo el labio al ver como inconscientemente Dylan cierra los ojos para disfrutar aún más de esa caricia que le estoy dando. Como cuando me besa, también cierra los ojos como si realmente no tuviese que verme para sentir lo que siente y dejadme deciros que pocas veces he visto a Dylan besar con los ojos cerrados; y sí, lo sé porque me he pasado meses y meses soportando que estuviera con cientos de chicas deseando que algún día el mundo fuese un poquito más bueno y al menos él supiera de mi existencia, aunque solo se supiera mi nombre. Y, meses más tarde, me encuentro enfrente del chico del que estoy perdidamente enamorada y realmente me estoy planteando qué es lo que debo hacer; si darle otra oportunidad, si dar todo esto por perdido, si.. no sé. No lo sé. ¿Cuántas veces en toda vuestra vida habéis tenido que tomar una decisión que puede cambiarlo todo? No me refiero a qué color de pantalón usar hoy; me refiero a ese tipo de decisión que sabes que una vez que la has tomado, no hay vuelta atrás. Ese tipo de decisión que te puede hacer ganar, que te puede hacer perder y no hablo de perder algo, me refiero a perder a alguien. ¿Cuántas veces por miedo no has tomado esa decisión porque sabes que vas a perder a alguien que no puedes perder? ¿Cuántas veces hemos callado cosas porque sabes que si las dices es cuestión de tiempo que tengas que despedirte? ¿Cuántas veces has tenido delante a aquello que te hace feliz y le has tenido que decir adiós porque sabes que es lo mejor? Tantas pero tantas veces.

Una parte de mi quiere dejar de tener miedo y arriesgarme con todo sin importar como pueda acabar pero otra, más mayor todavía, quiere enviarlo todo a la mierda y así no sentir dolor ni sentir nada pero no sé por qué, tengo la sensación de que a estas alturas si me voy o si me quedo me va a doler igual pero... ¿qué sería del amor sin el dolor? No es lo mismo irte y llorarle durante semanas porque ya no vas a tenerle aún sabiendo que a la larga va a ser lo mejor que; quedarte, tenerle y de vez en cuando un poco de dolor porque somos las personas más distintas sobre la faz de la tierra. Somos tan distintos y a su misma vez tenemos algo muy fuerte en común; nos necesitamos. Y es estos momentos no sé qué coño hacer ni qué decir; siento que la Amy de hace unas semanas sabría cómo sobrellevar todo esto pero... incluso esa Amy nunca en su sano juicio se esperaba que alguien como Dylan pudiese llegar a quererme. Y no solo Dylan, supongo que nunca me esperaba que alguien me llegase a querer, ¿cómo van a hacerlo si ni siquiera yo lo hago? Es estúpido y yo soy una estúpida por no saber qué hacer cuando él acaba de decirme que me quiere porque en vez de quedarme con eso me quedo con que ha besado a Danielle y eso sí que me duele aunque sé de sobras que no ha sentido nada, le creo. Le creo o realmente quiero creerle. 

-Amy- le escucho hablar a Dylan y acerco una de mis manos a sus labios para hacerlo callar. 

-Shht -susurro negando con la cabeza. 

¿Qué se supone que se hace cuando no estás preparada ni para una cosa ni para la otra? Eres incapaz de dejarlo ir aún sabiendo que a veces debes. Sé que mi hermano si estuviera aquí me habría dicho lo que siempre me decía; cuando quieras a alguien, sea quién sea, si realmente te hace feliz y sientes que hay momentos en los que no puedes más; haz caso a lo que el corazón te pide. Y no importa si la gente cree que te estás equivocando porque nunca es un error aquello que te hace feliz. Nunca. 

Abro los ojos al darme cuenta de que los había cerrado y miro fijamente a Dylan. Apoyo mi frente sobre la suya y le escucho suspirar; sé que el tenerme así de cerca le alivia aunque muy en el fondo albergue el miedo de que pueda irme.

-Debería dejarte -hablo seriamente.

-Lo sé -afirma y le tiembla la voz.

-Debería partirte la cara -digo y noto como aprieta su mano que sigue entrelazada con una de las mías.