"Nadie en su sano juicio se enamoraría de alguien como yo..."

Quererte no puede ser un error.

Dylan

Camino de un lado a otro repetidas veces porque todavía no tengo ni idea de qué hacer. Sé que Amy está aquí con Jake, no me preguntéis cómo pero lo sé. Me paso una de mis manos por el pelo porque estoy jodidamente nervioso porque no tengo ni idea de qué debo decirle para no meter aún más la pata. Sé que Danielle tiene razón, que debo venir aquí e intentar hacer lo imposible porque Amy se de cuenta de que ese chico que ha visto hace unas horas, realmente no era yo. Ese no soy yo y menos cuando se trata de ella. Sé que quizás muchos pensarán que debería coger mis cosas y pirarme antes de joderla aún más pero una gran parte de mi se niega a dejarla ir, cómo que sabe que me costaría una barbaridad olvidarla ahora que la he conocido y si os soy sincero no quiero tener que poner de mi parte para olvidarla, no quiero porque a estas alturas sé que ya no puedo. Que no sé cómo coño lo ha hecho pero se ha ganado una parte de mi vida como si se hubiese metido en mi piel y cómo si no tuviese pensado irse de ahí y aunque se vaya y me deje sé que pase el tiempo que pase, seguirá ahí. Siendo igual de importante que lo es ahora aunque yo sea un capullo que constantemente le demuestra lo contrario. 

A veces me gustaría poder dejar mi orgullo al lado y permitirme tener miedo, miedo a que me digan que no, a que quieran dejarme, a quedarme solo, miedo a todo pero al menos dejaría de hacer daño a la gente que realmente me importa solo por considerar un mísero segundo que el orgullo va a darme algo mejor que sus abrazos o que un rato con ella llena de risas o... que sus besos. Sé que el orgullo no va a darme una mierda ni va a abrazarme cuando ella ya no esté y, dios, la necesito. La necesito y me importa bien poco lo que pueda llegar a pensar la gente e incluso lo que pueda pensar yo a veces... estoy cansado de destrozar todo esto cuando la vida ya me ha destrozado lo suficiente. No quiero esto, no quiero dejar ir a todo aquello que me hace feliz solo por miedo o por el que dirán. No quiero sentirme vacío cuando tengo a unos metros aquella persona que me hace sentir lleno, que me hace sentir la persona más feliz sobre la faz de la tierra con solo un par de gestos así que no voy a perderla, no si puedo luchar por ello. 

Miro a mi alrededor y vuelvo a la realidad -o la pesadilla- que estoy viviendo; no tengo tiempo para darle más vueltas a todo. ¿Qué se supone que debo hacer, eh?

-¿Y si le digo que la quiero y ya está? -me pregunto en voz alta a mí mismo- No, debo de decirle algo más después de todo lo que le he dicho -me repito- Quizás debería pedirle perdón pero ¿y si no quiere perdonarme? -me pregunto. Cierro los ojos intentando calmarme y segundos después escucho una carcajada bien fuerte; levanto la vista y me fijo en la ventana de la habitación de Jake; no me hace falta verla para saber que esa risa es suya y, joder, me llena de vida saber que realmente no está tan mal como esperaba. 

Decido coger el teléfono y llamarla pero no me hace falta mucho tiempo para darme cuenta de que tiene el móvil apagado. Suspiro derrotado y al final me acabo armando de valor y me acerco hasta la puerta de casa de Jake. 

-Tranquilízate, ¿vale? -me digo de nuevo a mi mismo- No está todo perdido aún. 

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Amy

-No puedo creer que acabes de decir eso -le miro fijamente mientras vuelvo a romper a reír.

-¿Qué pasa? -dice inocente desde los pies de la cama mientras yo le miro apoyada en la cabecera de su cama.

-¿Amy tú crees... -digo intentando imitar su voz- que si mi primera cita con Alison va muy bien podré traérmela a casa? -le miro divertida y se ríe- No puedes decir eso de ella -digo haciéndola reír.