•27•

215 14 0
                                    


-El amor es él arte más hermoso que ha de existir, el amor es una decisión y ustedes dos han decidido amarse por eso pregunto ¿han venido por voluntad propia aquí frente este ministro?- dice mientras observa a ambos
-Si- contesta firme el castaño

-Sssi...- dices titubeando un poco

Podías ver como el ministro movía su boca, más sin embargo no estabas escuchando nada de lo que decía, miras al castaño quien solo te pone una gran sonrisa y luego diriges tu mirada hacia tu madre y tus dos amigos, las lágrimas se apoderan de ti y corren por tus mejillas haciendo que se corra un poco el maquillaje, hay un silencio absoluto, nada a tu alrededor puedes escuchar más que tus pensamientos, observas el reloj una última vez, en 20 minutos salía el avión de Bill. Lo perderías para siempre.

-¿Señorita _________?- dice en tono fuerte sacándote de tus pensamientos

-¿Que?- dices mirando confundida al ministro

-Yo dije- se aclara la garganta- acepta como esposo a Landon Liboiron, amarlo y respetarlo el resto de sus días.

-Yo...- miras fijamente al chico, y por tu mente rápidamente pasan todos los momentos que pasaste con Bill, desde el momento en que lo conociste, sus peleas y como iba fluyendo la relación, hasta el último momento en el hotel, limpiaste tus lágrimas, lo tomaste de las manos y suspiraste- yo... te quiero tanto...pero...no puedo casarme contigo-

Todos los presentes se sorprendieron y comenzaron a susurrar entre ellos, en cambio Joy llevó a rastras a Jenn hacia la calle y mientras llegaban a la entrada este le dijo en un susurro

-Ella va a necesitar un auto donde escapar, corre- la chica solo asintió y fueron a por el

-¿Que...qué cosas dices ________? ¿Es una clase de broma?- ríe nervioso

-Lo siento Landon, pero creo que cuando te casas, es porque amas a esa persona y yo...-miras el reloj rápidamente- en serio tengo que irme, perdóname por favor- le das un beso en la mejilla y sales huyendo de la pequeña iglesia.

El tráfico era tan habitual como podía ser en Nueva York, buscas con la mirada un taxi disponible y observas como se para ante ti un bonito carro, sonríes al ver que son tus amigos y subes rápidamente. Landon y el resto de las personas salen y ven como te vas alejando entre el tráfico. Te limpias las lágrimas y comienzas a reír nerviosa y así emprenden el camino hacia el aeropuerto con el tiempo encima de ellos pero con toda la fe de que llegarían.

-Maldición Joy, pita más para poder pasar, solo faltan 5 minutos- gritas alterada en el coche pues habían quedado atorados en el tráfico.

-Hago lo mejor que puedo, pero cariño no puedo volar- pone los ojos en blanco y sigue tocando el claxon

-¡A la mierda todo!- abres la puerta y sales enojada

-¡Espera _______! Ponte estos zapatos de piso- te los pasa por la ventana- los necesitarás para correr- asientes y rápidamente te quitas los tacones para ponerte los que te dio Jenn- mucha suerte amiga- te dedica una sonrisa.

Se la devuelves y comienzas a correr entre los coches, maldices el haber escogido un vestido tan pequeño y pegado, no te permite moverte bien, toda la gente que estaba en sus autos esperando observan sorprendidos y otros divertidos la escena, pues parecía de película, aun faltaban dos kilómetros para llegar al aeropuerto, no podías detenerte, a lo lejos se observa el gran edificio y con el corazón lleno de esperanzas sigues lo más rápido posible.
Llegas al aeropuerto y volteas por todos lados, está lleno de gente, miras la pantalla y ves el vuelo, está a punto de despegar y corres a comprar un boleto pues de otra forma no pasarías. Te metes en la fila y quitas a la persona que estaba apunto de pedir su boleto, todos comienzas a gritarte cosas que ignoras

Bill Skarsgård y tú • Una historia sin fin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora