Atracción (BNHA)

CAP. 20

La próxima pelea ahora sería una que quizás Kamei, Ami y Hana no se sentirían muy a gusto de presenciar. Una parte de mí quería enfrentar a Isaji y hacerlo pasar un mal rato, pero otra solo quería que esto terminara.  Algo me hacía dudar respecto a él, tal vez era la idea de no hacer sentir mal a sus padres. Aunque estoy segura de que Kamei querría que ambos nos esforzáramos, después de todo no llegamos hasta aquí para sentirnos menos o incapaces. Definitivamente quiero ganar.

Estos pocos minutos en esta sala de espera me habían hecho sentir más nerviosa perdida en mis pensamientos. Finalmente el turno llegó y ambos nos encontramos saliendo nuevamente al terreno. 

Cuando dieron la señal de inicio el tiempo parecía haberse detenido. Isaji me veía con esos ojos intensos y algo en él supo que yo no daría el primer golpe, por lo que finalmente avanzó impulsado por enormes llamaradas rojas que salían de sus manos.

Lanzó un par de fuertes puños capaces de reducir a cualquiera, pero pude evitarlos. Sabía que era un chico muy ágil, veloz con cada golpe o ataque y al parecer mejoró mucho más durante este último año. Esquivé un próximo golpe y salté hace atrás, pude sentir un leve olor de algunos de mis cabellos quemados. Deshizo las flamas de sus puños y volvió a acercarse, luego de analizar un poco sus movimientos ataqué en represalia.

Por más que me costara quería terminar esta pelea lo más pronto posible, aun debía enfrentarme a uno o dos de los estudiantes  más fuertes de la UA y sin duda necesitaré sacar muchas de mis cartas. No puedo darme el lujo de agotarme o quedar imposibilitada para una próxima pelea, por lo que intenté acercarme con un poco de combate cuerpo a cuerpo. 

Ahora era un poco más habil que antes, gracias a los entrenamientos junto a Bakugo. Se sentía genial acertar muchos golpes directamente sobre su cuerpo y pude ver como él tambien se emocionaba respondiendo con intensidad.

Al vernos así supe que ambos traíamos a nuestra mente los recuerdos de tantos entrenamientos juntos desde que llegué a su hogar. Era como si mis extremidades, mis músculos, guardaran memoria de nuestra forma de pelear. Conocía su estilo, su ímpetu al luchar, sus fortalezas y debilidades y él también las mías.

Ya habían pasado más de 5 minutos desde que iniciamos y aunque ahora lanzaba varias veces sus poderosas llamas contra mí, pude evitarlas por completo. De una cosa si estaba segura: jamás volvería a quemarme con sus manos calcinadoras.

De vez en cuando usaba las garras moldeadas en metal negro y logré herirlo varias veces en sus brazos y piernas, haciendo que su uniforme empezara a empaparse de sangre.

Volé unos metros sobre la plataforma y decidí hacerlo levitar conmigo, él no podía mover su cuerpo. Sabía lo mucho que Isaji odiaba la sensación de controlar el metal dentro de él. Siempre terminaba mareado o con náuseas y en algunos casos, con espasmos en  sus músculos. Con mucha fuerza de mi poder lo hice golpear contra el suelo, la plataforma se rompió justo en el centro y muchos trozos de ella volaron alrededor.

Isaji permaneció al parecer inconsciente en un cráter en el centro de lugar. Verlo de esa manera por un momento me hizo arrepentirme, pero al ver que intentaba mover sus manos aparté todo eso de mi mente. Aizawa dio por terminado el combate y finalmente salímos de allí a la enfermería. Yo terminé con algunos moretones y un poco de cansancio, por lo que me recuperé muy pronto. Isaji permaneció en tratamiento en la enfermería y su familia llegó a acompañarlo.

- ¿Sabes?... tengo sentimientos encontrados. Es una lástima que Isaji haya perdido, pero también estoy feliz por ti y lo lejos que has llegado. - Me dijo Kamei afuera de la enfermería.

- Gracias. Supongo que usted también es responsable en cierta manera de lo que he logrado hasta ahora.

- Es un honor para mí. Tus padres estarán orgullosos. Espero que tengas éxito tambien en tu próximo encuentro. Sé que te contuviste con Isaji, hay muchas otras cosas peores que pudiste haberle hecho, pero de ser así estaría en un estado más complicado. En cierto modo estoy agradecido y aliviado por eso.